Resulta impresionante visitar la Casa Museo de Anna Frank en Amsterdam. Este museo relata la historia de las ocho personas que vivieron en ella durante la Segunda Guerra Mundial. Estuvieron encerrados, en la clandestinidad, durante dos años. Fue en esa casa donde la niña Anna Frank escribió su célebre diario.
Esta Casa de Anna Frank se encuentra en el centro de Amsterdam, y se llega fácilmente a través del tranvía, autobús, bicicleta o a pie. También se podría llegar en coche, pero no os lo recomendamos, ya que el centro de la ciudad es un poco caótico.
Hay muchas cosas que visitar en Amsterdam, pero tal vez nada más emocionante que la Casa de Anna Frank. El museo abre de 09.00 a 21.00 horas entre los meses de abril y agosto, y os recomendamos ir bien temprano por la mañana o por la tarde, ya que a mediodía está muy lleno, con una larga cola en la calle. Imaginaros que visitan este museo un millón de turistas al mes.
Una manera de sortear esta larga cola es comprar las entradas con antelación a través de la página web de la casa museo.
Aunque ha sido restaurado recientemente, en realidad todo permanece intacto, tal como lo dejó Anna Frank cuando fueron descubiertos. No hace falta contratar una visita guiada, sino que a la entrada hay un folleto donde se os explica toda la visita. Vagar libremente por la casa, veréis cómo sentiréis una emoción increíble.
El padre de Anna, Otto Frank, fue el único superviviente de la casa. Fue él quien precisamente remodeló este refugio, y lo convirtió en museo. Esto facilita que la sensación de la visita sea mucho más real. He llegado a ver gente en el museo que ha tenido que salir, ya que no han podido contener la emoción. Así que, si sois muy sensibles, saber que es un lugar muy emocionante.
La visita a la casa se puede realizar en una hora aproximadamente. La entrada tiene un precio de 8,50 euros, 4 euros para los niños entre 10 y 17 años y gratis para los menores de 9 años. Con el carnet joven el precio es de 4 euros.
Foto Vía Davidllada