Hay que callejear por Valencia, pasear, disfrutar de uno de los centros históricos más bonitos de España. Popular y tradicional, con gran sabor, Valencia es sugerente, amigable, tanto para el verano como para el invierno. Valencia se vive y se siente en la calle, en sus recovecos y plazuelas, en el gentío de las mañanas y la tranquilidad de la noche.
Recuerdo con gusto la Plaza de la Virgen, casi escondida, tímida ella, tras la Catedral de Valencia. Pero de tímida nada, porque en esta plaza podemos descubrir muchos de los mejores monumentos de la ciudad, como la propia catedral o la Basílica de los Desamparados, que alberga la patrona de Valencia.
Y además la Puerta de los Apóstoles de la catedral, el campanario, conocido popularmente como el Miguelete, el Palacio de la Generalitat, la Fuente del Agua de la Acequia en el centro… Si tenéis pensado viajar a la ciudad y reservar vuestro alquiler apartamentos en Valencia, ni que decir tiene que uno de vuestros lugares de paso debe ser la Plaza de la Virgen.
Plaza tranquila, completamente peatonal, típica plazoleta donde la gente se sienta a descansar y los niños se lo pasan en grande. A medida que va cayendo la tarde, la Plaza de la Virgen se ilumina, y el color y las luces hacen un efecto perfecto en la piedra de los edificios que la rodean. De día y de noche, la Plaza de la Virgen es de las que se engalana.
Los jueves al mediodía se reúnen aquí muchos turistas, ya que a esa hora aparece en la Puerta de los Apóstoles el Tribunal de las Aguas, la institución jurídica más antigua de Europa, con mil años de historia. Precisamente la fuente que vemos en el centro de la Plaza se construyó en honor a este tribunal.
Pero la Plaza de la Virgen también se torna bulliciosa, mucho más, durante las tradicionales Fallas de Valencia, ya que en ella se realiza todos los años la ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados.
Sin duda alguna que, la Plaza de la Virgen, es lugar de encuentro para valencianos y turistas. Pasear por aquí, puerta de entrada al Barrio de Carmen, es más que imprescindible. Es una obligación, muy sana por cierto.
Foto Vía Living Viajes