Iglesias góticas, monasterios y espléndidos museos con encanto. Ciudad de callejuelas empedradas y empinadas, historia, cultura y un halo brumoso de nostalgia. Todo eso y mucho más es lo que podréis ver en Lisboa.
Precisamente la mejor manera de sentir y saborear Lisboa es paseando por sus calles empedradas y subiendo sus colinas. Hay muchos hoteles baratos en Lisboa, sobre todo en el centro histórico, que os facilitarían poder pasear por él. La parte alta de Lisboa está coronada por un castillo, construido antes de la llegada de los romanos.
Empezamos nuestra visita en el Rossio, una plaza ovalada que en su momento fue un célebre hipódromo. Desde allí tomamos la Praça da Figueira, continuando por la Rua das Pedras Negras, que a la izquierda os dejará en la Catedral de Lisboa, que data del siglo XII. A primera vista os parecerá una fortaleza y está dedicada al patrón de la ciudad, San Antonio.
Fue en Lisboa precisamente donde nació el santo, justo en el lugar en el que se halla la pequeña Iglesia de San Antonio. De allí tomamos la Rua Augusto Costa antes de llegar al Largo Santa Lucía, un precioso jardín con los típicos azulejos portugueses. Este jardín es un perfecto mirador para contemplar los tejados de la Alfama.
Desde este jardín subimos por el Largo Contador Mor para encontrarnos con el Castelo de Sao Jorge. En medio de sus muros encontraréis un museo y una cafetería. Subiros a sus almenas para tener unas maravillosas vistas de Lisboa. Los lisboetas vienen aquí por la tarde para sentarse a ver el atardecer.
Después de ver el castillo, volvemos sobre nuestros pasos por Largo Santa Lucía para llegar hasta el laberinto de callejuelas empedradas que forman el corazón de la vieja Alfama, donde a altas horas de la noche se puede escuchar el mejor fado de Lisboa.
Bajo la catedral, por la Rua de San Antonio y en el Largo Madalena llegamos al Artesanato de Santos Oficios, donde podéis comprar lo mejor de la artesanía portuguesa. La Rua da Madalena nos lleva también a la Iglesia Conceicao Velha, una iglesia parcialmente destruida tras el terrible terremoto de Lisboa de 1755.
A la derecha de esta iglesia tenéis la Praça do Comercio y el Arco da Rua Augusta, la calle más comercial de Lisboa. Esta calle nos llevará hasta el Elevador de Santa Justa y de nuevo hasta Rossio, el origen de nuestro viaje.
Este paseo por Lisboa os encantará y os dará una pequeña visión de lo que es esta hermosa ciudad.
Foto Vía André Pipa