A orillas del Bósforo los atardeceres te sumen en una suave nostalgia de la que difícilmente te recuperas. La luz rojiza que cae sobre los muros de las murallas de la ciudad nos recuerdan que Estambul fue capital del Imperio Otomano de Occidente, uno de los grandes bastiones de un pasado glorioso y lleno de esplendor.
Muchos conocen la Estambul de los palacios, bazares y mezquitas, pero tal vez no sepan mucho de la Estambul defensiva y temerosa, la que se parapetaba tras de sus muros y asomaba la vista tras de las almenas de sus fortalezas. Si vais a reservar vuestros hoteles en Estambul, debéis saber un poco más de estas viejas murallas de la ciudad.
En Estambul hay que distinguir entre dos tipos de murallas, las terrestres y las marítimas. Las murallas terrestres constaban de 96 torres y unos muros de una altura impresionante, ya que en algunos tramos se llegaba a los 76 metros. Para acceder a la ciudad tenemos 46 puertas en total, y delante de los muros un foso de veinte de metros de ancho y diez de profundidad.
Para mí las murallas marítimas son mucho más hermosas. Estas murallas, de más de ocho kilómetros de longitud, están construidas a lo largo del Mar de Mármara. Se comenzaron a levantar en el siglo IV, y desde entonces se fueron restaurando poco a poco. Hoy en día las veréis un poco separadas del mar, pero en su origen prácticamente estaban pegadas a él.
La Fortaleza de Rumeli Hisari es una de las más hermosas de Estambul. Fue construida a mediados del siglo XV, en apenas cuatro meses. A la caída de la tarde posiblemente estemos ante una de las vistas panorámicas más hermosas del mundo, con la fila de murallas subiendo hasta las torres circulares, al amparo de una espesa arboleda.
El Castillo de Yedikule es nuestra siguiente visita, ya que en él se celebraban las victorias importantes del imperio, especialmente allá por el siglo V. De aquí podríamos ir hasta la Fortaleza de Anatolia, construida en el siglo XIV con el fin de controlar el Bósforo por aquella parte.
Si reserváis algún crucero por el Bósforo tal vez sea la mejor manera de poder apreciar el encanto y la fastuosidad de estas murallas y fortalezas. Forman parte del encanto histórico más que centenario de esta ciudad.
Foto Vía Humbead