¿Os apetece hoy que alquilemos un coche y hagamos un pequeño recorrido por los alrededores de Barcelona?. Podemos visitar algunas ciudades que nos sonarán a todos pero que, sin embargo, siempre han estado a la sombra de la gran urbe catalana. Un recorrido que podemos hacer perfectamente en un día. Así que, allá vamos.
Os recomiendo que salgáis tempranito de vuestros hoteles Barcelona, para que así nos de tiempo de hacer incluso algunas visitas a estas ciudades. Podríamos empezar en Mataró, situada a unos treinta kilómetros al norte por la carretera de la costa. Podría parecernos por su situación una ciudad costera, pero yo la definiría más bien como industrial. ¿Sabíais que a Mataró llegó el primer tren que se construyó en España, allá por 1848?.
En Mataró os recomiendo visitar la Basílica de Santa María, construida entre los siglos XV y XVII, el Museo Comarcal del Maresme y la Torre Llauder.
De Mataró podemos poner rumbo hasta Vic, situada a unos sesenta kilómetros más al norte, después de haber pasado por el Parque Natural del Montseny. En esta ciudad destaca especialmente la Catedral de Sant Pere, con su hermosa torre, la Plaza Mayor y el Museo Episcopal. Para mí lo más interesante es dar un pequeño paseo por el centro histórico de Vic, con un legado monumental más que notable.
Podemos comer en Vic para luego marchar hasta Manresa, a unos cincuenta kilómetros al suroeste. Desde la carretera ya se vislumbra la enorme Colegiata de Santa María, con su simbólica torre del siglo XVI. Es famosa también aquí la Santa Cova, que fue el lugar al que se retiró a orar Ignacio de Loyola antes de fundar la orden de los Jesuitas.
De Manresa podemos ir bajando hacia el sur, hasta llegar a Vilafranca del Penedés, muy cerca de la frontera con la provincia de Tarragona. Además de sus célebres vinos y cavas, tenemos que visitar la Basílica de Santa María, el Palau Reial y dar un paseo por algunos de los hermosos rincones de su centro histórico.
No muy lejos de Vilafranca del Penedés se halla de nuevo la costa catalana, con Sitges, y un poco más al sur, Vilanova i la Geltrú, dos grandes referentes del turismo veraniego en la provincia. Quizás sea mucho más conocida la primera, pero a Vilanova podemos acercarnos para disfrutar de su castillo y el Barrio del Mar, no tan masificado de turistas como Sitges.
Creemos que con esta ruta nos llevaremos una imagen mucho más completa de lo que supone la provincia de Barcelona. Seguro que nos dejamos muchos pueblos pintorescos por el camino. ¿Cuáles serían a vuestro juicio otros lugares que no deberíamos perdernos por la zona?.
Foto Vía Sol