Capital del departamento de Aude, la ciudad de Carcassonne se levanta sobre una colina en la región de Languedoc Rosellón, muy cerca de Toulouse.
Majestuosa ciudad medieval junto al río Aude sus murallas y torreones dan muestra de un pasado de resistencia y luchas ligadas estrechamente a la famosa historia de los cátaros.
Los integrantes de este movimiento religioso de carácter gnóstico fueron en el pasado vistos como herejes, perseguidos y casi totalmente eliminados, victimas de una división entre los que eran fieles de la iglesia católica y otros que discurrían por las filas del catarismo.
En la actualidad Carcassonne forma parte de la ruta de los castillos cátaros, una zona que abarca Toulouse, Abi y Carcassonne y que fuera la región en que los cátaros residían y que utilizarían cuando comenzaron a ser perseguidos, acogiéndose a la protección de los señores feudales que habitaban esos castillos amurallados.
Para ingresar a esta ciudad fortificada y antes de atravesar la puerta de Narbona, es necesario pasar bajo la llamada Barbacana de San Luis donde se encuentra el busto de la princesa Carcass.
La Rue de Cross Mayreville recibe a los visitantes con tiendas típicas que comercializan todos aquellos productos que son tradicionales de la región.
Un poco más adelante se encuentran la Plaza Marcou y la Rue do Plo, para llegar luego a la hermosa Catedral de St. Nazaire, que se destaca por su magnífica torre de estilo gótico.
En este lugar se encuentra la denominada Piedra del Sitio, testigo de gran parte de la sangrienta historia que los cátaros debieron pasar al ser sitiados en Carcassonne.
Una visita al Castillo Costal es un paseo obligado dentro del recorrido de la ciudad. Una espectacular construcción que representa una fortaleza dentro de la misma ciudad, rodeada de murallas, torreones y un foso.
Varias plazas pintorescas y pequeñas se encuentran en el centro de Carcassonne donde es posible degustar algunas de los tradcionales platos de la culinaria francesa, para luego hacer un largo recorrido por el Paseo de las Lizas, ubicado en el centro de la doble muralla que rodea la ciudad y donde antiguamente se disputaban diversidad de torneos.
Carcassonne es una de las más conocidas ciudades cátaras y un fenómeno arquitectónico que ha sabido mantenerse intacta en el tiempo guardando historias y misterios de una época que resultó cruenta y peligrosa.
Foto Vía: Bleid