Al llegar a Francia y sea cual fuere la región que se visite siempre existen uno o varios museos para recorrer y admirar diversas obras de artede todas las épocas, estilos y artistas.
Algunos más tradicionales y otros en los que se destacan exposiciones que cuentan la historia del lugar y de su población.
Pero también, en ocasiones es posible hallar museos que pueden llamar la atención por su contenido este es el caso del Museo del Huevo en Soyans, región francesa de Ródano-Alpes.
Un sitio totalmente diferente y de una belleza rara dado las obras de arte que en él se exponen. Desde huevos de diferentes colores y tamaños hasta los más sofisticados y atrevidos un espectáculo que llamará la atención de los visitantes.
Existen también huevos que han sido totalmente esculpidos a mano y luego decorados o los naturales de color azul como el del ave llamada «ibis» que se encuentra en extinción.
Los visitantes pueden sorprenderse con un huevo gigante como el del avestruz o con los más pequeños como los que ponen lo colibríes.
Existen huevos imaginarios como el del monstruo del Lago Ness y el de color turquesa que según dicen pertenece a un gran cuervo.
Muchos artistas han encontrado en la decoración hecha en huevos una manera distinta de mostrar su arte.
Así, es posible encontrarse un huevo de ganso que ha sido agujereado miles de veces y bordado con una aguja especial, trabajo que ha llevado gran cantidad de horas y mucha paciencia a las manos de su creador.
Durante todo el año es posible hacer una visita a este exótico lugar, donde también se realizan animaciones para los más pequeños y a diario se organizan visitas temáticas a los talleres donde se hacen muchos de estos trabajos que luego son expuestos en el museo.
Este fantástico museo fue creado por Françoise Vignal-Caillet quien pintó 150 huevos representando la Revolución Francesa y en 1992 creó una asociación y el primer festival de este tipo de muestra en el sur de Francia.
En la actualidad en este Museo del Huevo es posible admirar más de cuatro mil huevos, sin duda una muestra extraña que merece la pena ser visitada.
Foto Vía: Diario del Viajero