Es imposible estar de vacaciones en Viena y no visitar la que fuera la residencia de uno de sus más famosos músicos y compositores. Sí, estamos refriéndonos a Mozart.
Una casa que cuenta con cuatro habitaciones, una cocina y dos gabinetes, donde el compositor llevaba una vida donde las veladas musicales de tipo privado se sucedían a otras noches de billar.
La casa no conserva el mobiliario original por lo cual el visitante podrá utilizar toda su imaginación para hacerse una idea de cómo era la vida de este genio de la música, con la ayuda de alta tecnología que lleva al público a un recorrido fantástico por la vida del compositor.
Son cuatro niveles de exposición, donde además se brinda una presentación de la época en que vivió Mozart y por supuesto sus obras más importantes y famosas.
Así, es como se presentan los años que Mozart vivió en Viena hasta su fallecimiento. Su época de desarrollo importante en cuanto a su producción creadora, cuando le dio vida a magníficas obras que le dieron un puesto de privilegio en el mundo de la música.
A través de una de las entradas, se accede al hall principal donde está la taquilla y el guardarropa, desde allí se llega a un patio interior en el cual se encuentran dos monitores que cuentan a los visitantes la historia de la casa y puede verse la llegada de Mozart a Viena.
En el patio interior se encuentra también el ascensor, que conduce al punto de inicio de la visita.
Son cuatro plantas y en cada una de ellas se destaca un punto temático donde se ofrecen detalles de cómo era Viena en la época en que vivió Mozart, su vida en la ciudad, los distintos lugares donde residió y actuó, sus amigos y también quienes lo ayudaron.
Se cuenta también la relación del compositor con la masonería y su gran pasión por el juego.
Por medio de un audiovisual el público puede conocer los detalles de la vida personal y social de Mozart en la Viena del siglo XVIII. En otra de las zonas se pueden conocer las principales personas que estuvieron en contacto con el genio.
La presentación en la segunda planta está dedicada a Mozart pero ya como compositor de óperas, con obras como Las bodas de Fígaro, Cosi fan tutte y Don Giovanni.
En la última sala que se visita se puede visualizarse la ópera más conocida de Mozart La flauta mágica, donde queda en claro la genialidad del músico y su pertenencia al mundo entero y no a una ciudad en especial.
Al finalizar el recorrido puede visitarse la tienda del museo para comprar algún recuerdo del lugar y la cafetería para tomar un café en una de las casas más visitadas de Viena.
Foto Vía: Disfruta Viena