Si bien es cierto que aquella expresión de «todos los caminos conducen a Roma», proviene de la época del Imperio donde se construyeron más de 400 vías -unos 70.000 kilómetros- para llegar al corazón de poder romano, hoy solo se necesita encontrar en la web los mejores vuelos con las ofertas de temporada para viajar a la capital italiana.
Y entre sus impresionantes atracciones destaca el Monte Aventino, que es una de las siete colinas sobre las que se construyó la antigua Roma y que constituyó un punto estratégico en el control del comercio sobre el río Tíber, siendo completamente fortificada en el año 1000.
La historia relata que antiguamente era el centro de la Roma plebeya, pero hoy es una de las zonas residenciales más exquisitas de la capital. En sus alrededores se conservan muchos restos de la Roma Antigua, como el Circo Máximo, las Termas de Caracalla y las catacumbas de la Vía Apia Antigua, aunque las vías más frecuentadas están en el monte Testaccio.
En un viaje a la colina te llamará la atención que muchas de sus casas todavía tienen sus campanarios propios y jardines privados que se les llama «parques», sin exagerar. Al igual que los emperadores de la antigüedad en el Palatino, la suerte de los residentes aquí es contemplar el Circo Máximo y el río, que serpentea a lo lejos.
Y los viajeros de hoy en día siguen disfrutando de las vistas desde las puertas de la sede de los Caballeros de Malta. Es un barrio encantador para un paseo rodeado de calles arboladas con jardines públicos ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad y el río.
A los pies de la colina del Aventino, al norte, se hallan los templos Vesta y Hércules que son dos de los monumentos antiguos más completa de la ciudad que datan del siglo I. Nos recuerdan que, en virtud de la República, esta zona fue el hogar de la «plebe», convirtiéndose en los Gracos un bastión populista.
En la época imperial, sin embargo, su oficio, y los comerciantes fueron desplazados por los Patricios que buscaban el aire fresco y el espacio, con vistas a la tribuna sobre la Región de Murcia Vallis, la inmersión arena en forma de dividir la colina del Palatino edificandose suntuosas villas y jardines por el año 410 dC.
Otra de las atracciones es El Celio, que es una de las siete colinas de Roma donde se localiza la iglesia de San Gregorio Magno donde los monjes fueron capacitados antes de salir como misioneros a Inglaterra a finales del siglo sexto. Y caminando hacia arriba se llega a la colina Santi Giovanni e Paolo donde también se puede conocer una iglesia construida en 398 sobre la casa de dos soldados romanos, Juan y Pablo, que fueron martirizados por su fe cristiana en el 362.
Después de la iglesia se llega a la entrada trasera del parque de Villa Celimontana donde se realiza un festival de jazz todas las noches a finales de junio-agosto). En la entrada principal del parque en cuenta con fuentes barcos como conocido como el «Navicella». Y muy cerca se localiza la Esquilina Porta, una de las puertas de las murallas originales servio de Roma. Su origen se remonta al 4 de siglo antes de Cristo.
Foto Vía bloganavasquez