Se dice es que el lugar donde más brilla el sol en Alemania. Friburgo, capital de la Selva Negra es una ciudad pintoresca y alegre con antiguos barrios, bonitos patios, agradables restaurantes y bares forman parte del casco antiguo.
Su catedral es el edificio que más se distingue por su magnífica torre, monumento característico que conjuntamente con su plaza forman el punto neurálgico y corazón de la ciudad, en torno a los cuales se desarrolla el casco antiguo encantador y deslumbrante.
Sorprenden a los visitantes los pequeños arroyos “bächle” que fluyen por las calles y también por los callejones dando el toque diferente a todo el lugar.
En la plaza de la Catedral los Grandes Almacenes, que en su origen fueron los depósitos aduaneros, construidos entre 1520 y 1532, se engalanan con una pérgola abierta que se encuentra en la planta baja del edificio y enfrenta la Plaza de la Catedral. En la planta superior una sala de cinco ejes y sobre ella dos plantas más que eran almacenes donde se recibían variados productos.
Una variedad de museos forman parte de la ciudad uno de ellos es el Museo de Historia Urbana Wentzingerhaus. Se trata de una histórica casa de estilo barroco tardío, que en su interior muestra la historia de Friburgo desde su fundación en el año 1100 hasta el primer período barroco. Entre los temas principales puede conocerse la construcción de la Catedral, la vida de los religiosos en el monasterio y también como era el comercio, artesanías y oficios en el pasado.
Pos su lado el Museo de Ciencias Naturales y de Etnología Adelhausermuseum funciona en el edificio Adelhauser Neukloster que fuera entre los años 1687 y 1694 el monasterio Adelhausen. Entre las bellezas que guarda el museo el gabinete de piedras preciosas nos muestra una excelente colección de minerales y rocas, además de piezas de las áreas de mineralogía, botánica, paleontología y botánica.
El Museo-Mina Schauinsland en Friburgo ofrece sus visitas guiadas para que los visitantes puedan apreciar la dimensión de la explotación minera y el Museo Arqueológico Colombischlössle en el parque Colombipark en Rotteckring que funciona en el pequeño palacio Colombischlössle construido entre 1859 y 1861, con muestras de estatuillas de mujeres del paleolítico, divinidades romanas y tumbas de príncipes celtas.
Friburgo es una ciudad que se distingue también por sus vinos y gastronomía que atraen a conocedores y gourmet de todo el mundo, sobre todo en el mes de julio cuando se celebra la Fiesta del Vino. Son seis días donde la plaza de la catedral es el lugar donde se realiza como si fuese un gran salón la cata de vinos y platos de alta cocina regional.
Su culinaria se destaca por satisfacer todos los gustos y presupuestos, ya que es posible conocer y disfrutar de su exquisita cocina tanto en restaurantes elegantes como en típicos bares más bien rústicos, algo que hizo ganar a la ciudad la denominación de “mejor lugar de Alemania para los sibaritas”.
Una experiencia altamente gratificante la visita a Fiburgo colma con su belleza y cordialidad las expectativas de todos los viajeros que hasta ella llegan cada año.
Foto Vía: HiMadrid