Estratégicamente ubicado, Cabrera es un pequeño archipiélago que se encuentra en las Baleares, siendo en el pasado un sitio que les sirvió de refugio a varios expedicionarios y también sufrió ataques piratas que obligaron a levantar una torre.
En el siglo XIX se convirtió en una propiedad privada construyéndose allí algunas fincas como Can Feliu y Es Celler. A principios del siglo XX fue expropiado y en 1991 se transformó en el Parque Nacional Marítimo Terrestre Archipiélago de Cabrera, un magnífico ejemplo de ecosistema insular del mediterráneo español.
El Parque se encuentra ubicado al sur de la isla de Mallorca, donde existen otros como el Parque Natural de Mondrago. Sólo es posible acceder al Archipiélago de Cabrera por mar, abordando alguna de las embarcaciones que salen de los puertos de Colonia de Sant Jordi o de Porto Petro, no siendo necesaria ningún tipo de autorización para visitarla cuando se viaja en estos barcos. Sin embargo, si se trata de embarcaciones privadas deberán contar con una autorización para hacerlo.
Algo a tener en cuenta es que sólo se admiten sesenta personas por día, por lo cual es oportuno averiguar antes de llegar hasta Cabrera.
Se puede pernoctar una noche en julio o agosto, dos en septiembre, y siete durante el resto del año y realizar buceo con escafandra autónoma.
Este parque está formado por varias islas pequeñas e islotes de naturaleza calcárea tendiendo los mejores fondos marinos conservados de la región. Su vegetación formada por arbustos leñosos forma un tipo de matorral que se conoce con el nombre de “garriga”
Este es además el hábitat natural de algunas especies propias de la región como el astrágalo de las Baleares, el hipericón y las tragamoscas. Más de 150 especies viven permanentemente en el Parque y otras lo utilizan como un sitio de descanso en sus extensas rutas migratorias.
En cuanto a su fondo marino es posible ver aquí más de 200 especies de peces y numerosos invertebrados endémicos.
Comenzar el paseo por el Centro de Visitantes de Ses Salines, que se encuentra en la colonia de Sant Jordi es útil para saber cuál es la mejor forma de recorrerlo y no perderse de nada. Puede también hacerse el recorrido con guías o de lo contrario seguir alguna de las rutas auto-guidas, habiendo también un itinerario que se realiza en piragua.
En el lugar no están permitidos los deportes náuticos ni la pesca deportiva y solamente puede practicarse la pesca artesanal profesional.
Para quienes gustan de las caminatas y la práctica de senderismo, existen seis senderos por los cuales pueden hacerse bellos paseos disfrutando de la exuberante naturaleza y de paisaje increíbles.
Otra de las rutas que puede seguirse de manera auto-guiada es la de la Serra de Ses Figueres, el Faro de Ensiola y el Puig de Picamosques.
Entre los sitios para visitar se encuentran el Castillo, el Faro, el Monumento a los Franceses o el Museo Etnográfico Es Celler, varios miradores, observatorios y diversas áreas recreativas.
Para quienes deseen pasar la noche en el lugar pueden hacerlo en Colonia de Sant Jordi o Porto Petro importantes centros turísticos que tienen además diversos atractivos naturales y una infraestructura ideal con hoteles, restaurantes que ofrecen entre otros platos de la tradicional gastronomía mallorquina.
Foto Vía: Mallorca Photo Blog