Noruega y los fiordos. Es difícil encontrar tanta exhuberancia natural, tanta fascinación en un paisaje que se derrama desde las altas cumbres de los fiordos. Posiblemente estéis aquí porque estáis pensando hacer un crucero por los fiordos noruegos. Todos son hermosos, cada uno tiene su particularidad, pero a mí hay algunos que me sobrecogen…
En el azul profundo de las aguas del Geirangerfjord, un fiordo de quince kilómetros de longitud, se refleja un hermoso paisaje de montaña. Recorrer este lugar es uno de los cruceros fiordos más hermosos que podéis hacer. Os acompañarán magníficas cascadas que caen de las montañas, una naturaleza exhuberante, la mítica Escalera de los Trolls y el impresionante río Valldola. Aquí se puede hacer senderismo, visitar granjas, rafting, esquiar…
En Noruega además de fiordos hay espectaculares glaciares. Para unir ambos destinos, nada mejor que el Fjaerlandsfjorg, un fiordo que nos lleva en crucero hasta el Glaciar Jostedalsbreen. Durante todo el trayecto tendremos unas vistas francamente increíbles. La belleza natural y su tranquilo entorno invitan a la contemplación de la naturaleza. Quedaros un rato callados y escuchar el impresionante sonido que hace el glaciar al moverse. Es una de las más bellas expresiones de la naturaleza.
El Sognefjord es el más largo y más profundo de los fiordos de Noruega, un auténtico paraíso natural lleno de contrastes. Invierno y verano hacen que este fiordo parezca totalmente distinto, cuando las cascadas se congelan y el paisaje cambia absolutamente. En vuestro camino veréis pequeñas granjas de montaña, cumbres nevadas y la iglesia de madera más antigua de Noruega, construida a mediados del siglo XII.
Uno de los cruceros más largos a través de los fiordos es el que se hace recorriendo el Hafrsfjord. Dicen que fue aquí, en las laderas de este fiordo, donde se gestó Noruega. La belleza serena del entorno es fascinante. La bahía cuenta con unas vistas excelentes, y se pueden visitar hermosos pueblos pintorescos. Tres espadas gigantes en la montaña recuerdan el lugar de la Batalla de Hafrsfjord, la contienda que hizo que Noruega se unificara bajo un solo monarca.
Por último me quedaría con el Lysefjord, especialmente para tener la oportunidad de subir a la mítica cima del Preikestolen, una plataforma rocosa que se eleva a más de seiscientos metros del fiordo. En aquel hermoso ático de la naturaleza, casi en la cima del mundo, podemos descubrir la ingente profundidad panorámica de este fiordo, la bellísica cascada de Hengjanefossen o el Monte Kjerag, a más de mil metros de altura.
Cualquiera de estos fiordos resulta una aventura apasionante. Ya el silencio mismo de la naturaleza al paso del crucero se convierte en el sonido más fascinante que hayáis oido jamás.
Foto Vía Merodeaz