A orillas del Danubio duerme plácidamente su sueño medieval la ciudad alemana de Regensburg, apenas 125 kilómetros al norte de Munich. Está considerada la ciudad medieval mejor conservada de Alemania, algo que descubres rápidamente paseando por su centro histórico, el Altstadt, con sus antiguas casas del siglo XIII al XV.
Son muchos los turistas que llegan a Regensburg en sus cruceros fluviales a lo largo del Danubio. El Puente Steinerne, o puente de piedra del siglo XII, será el que nos introduzca en la magia medieval de esta ciudad. Iglesias, viejos edificios, torres, murallas, pequeños palacios… Regensburg es una ciudad que, gracias a una ley de 1970, está obligada a ser medieval: cualquier reparación que quiera hacerse en el centro histórico deberá ser respetando los cánones medievales.
Además de este museo al aire libre de arquitectura medieval, Regensburg también es una ciudad muy animada, ya que cuenta con una de las universidades alemanas más importantes.
El Puente Steinerne es el que nos lleva hasta el Aldstadt o centro histórico de Regensburg. En un extremo del puente se halla la Bruckturm o Torre del Puente, que alberga en su interior una serie de exposiciones del Danubio. También podemos subir a ella y disfrutar de una panorámica del río y de los tejados de la ciudad maravillosa.
Entre los lugares que no debemos dejar de visitar en la ciudad están la Catedral de San Pedro, construida sobre una antigua iglesia románica. Os recomendaría que acudiérais a la oficina de turismo de la ciudad para concertar una visita guiada por este templo, junto al claustro de la catedral, la Capilla de Todos los Santos, la Iglesia de San Esteban y la Iglesia de Saint Ullrich.
Junto con el patrimonio religioso, uno de los símbolos de Regensburg es la Schottenportal, o Puerta de los Escoceses, en el Monasterio de Santiago. También resulta llamativo el Monasterio de San Emmeram, un precioso monasterio benedictino, con un claustro prerrománico de gran valor. Entre la Plaza de la Catedral y el Danubio veréis la Porta Pretoria, una puerta de entrada romana, construida en el año 179.
La vida cultural de Regensburg cuenta con una variada oferta de museos, como el Museo Histórico, con piezas arqueológicas que van desde la Prehistoria a la actualidad. También cuenta con un Museo Histórico de la Navegación, situado en la orilla norte del Danubio, e incluso un Museo del Golf, considerado por muchos como el más importante de Europa en su estilo, ya que alberga una colección de objetos relacionados con el golf desde el siglo XVI hasta nuestros días.
Como veis, Regensburg es una ciudad medieval con un marcado carácter cultural y bullicioso. Resulta un placer pasear por sus callejuelas o disfrutar de un pequeño paseo en barco por el Danubio.
Foto Vía Mein Lieblingsplatz