Barcelona es una ciudad ideal para el turista. La capital catalana posee una oferta muy atractiva, que combina ocio, playa, montaña (los Pirineos y sus estaciones de esquí están sólo a un paso), compras, vida nocturna y una oferta gastronómica muy completa. Pero Barcelona no es sólo eso; también posee una vida cultural que combina un gusto por la tradición y la modernidad.
La ciudad condal es reconocida por las múltiples muestras de la arquitectura que dejó el más célebre representante del modernismo catalán, Antonio Gaudí.
Sus obras se reparten por varios puntos del centro urbano de la ciudad. Cualquier turista que quiera seguir el rastro de Gaudí no tendrá ningún problema en encontrar un alojamiento a su medida puesto que hay una gran oferta de hoteles baratos en Barcelona.
Sin duda, la obra cumbre del artista de Reus (Tarragona) es la inconclusa Sagrada Familia. El templo se alza en medio del Barrio del Eixample. Cuando finalice el proyecto, la catedral tendrá 6 torres con un cimborrio central que se elevará 170 metros desde el suelo. El interior del templo posee unas estructuras basadas en bóvedas inclinadas. Sin duda la obra culmen del modernismo catalán.
Pero hay más obras de Gaudí que merecen la pena ser visitadas:
La Casa Batlló, ubicada en el Paseo de Gracia, es otro buen ejemplo. Está construida con piedra blanca de la montaña de Montjuic y fue encargada por el industrial José Batlló.
La Casa Milá, conocida como La Pedrara es otro buen ejemplo del arte modernista y se emplaza también en el Paseo de Gracia. Data de 1906.
Otras obras de Gaudí que harán las delicias de los turistas que acudan a Barcelona son el impresionante Parque Güell o la Casa Calvet.