Muy cerca del centro histórico de Roma encontramos algunas de las mejores ruinas de la ciudad. Porque, claro, uno de los principales atractivos turísticos de la capital italiana es su legado histórico, el hecho de haber sido durante varios siglos el centro del mundo.
Resulta difícil escoger las mejores ruinas históricas de Roma, pero nosotros hemos querido hacer una pequeña selección. Dentro de ella no puede faltar sin duda el Coliseo, uno de los símbolos de la ciudad. Resulta espectacular imaginar cómo 55.000 romanos podían ocupar sus gradas para ver los combates de gladiadores, obras de teatro, batallas navales y mucho más. Fue construido entre los años 70 y 80 bajo el emperador Tito. Si reserváis vuestros vuelos a Roma, esta visita es imprescindible.
A unos veinte minutos a pie del Coliseo se halla el Panteón, uno de los mejores edificios de la Roma antigua. Lo mandó construir Marco Agripa, de ahí su nombre, y lo reconstruyó Adriano en el año 126. Durante la época cristiana, pasó a ser una iglesia. Más tarde, en el Renacimiento sirvió como tumba, y en ella están enterrados dos viejos reyes de Italia. Siempre suele estar lleno de turistas.
Otro de los rincones inolvidables de Roma es la Via Appia, antigua calzada que unía la ciudad romana con Brindisi, el puerto comercial más importante del Mediterráneo en la época romana. Comienza en el Foro Romano y continúa hasta la Puerta Capena, saliendo de la ciudad por la Colina de Marte. Fue construida entre el 312 y el 264 a.C. A lo largo de ella se pueden ver viejas iglesias, tumbas, baños, templos, villas y puentes en ruinas.
A pesar de que Roma cuenta con más de cincuenta baños públicos, los más célebres son las Termas de Caracalla, construidas por el emperador del mismo nombre entre el 212 y el 216. Gracias a los mosaicos descubiertos en ellas, se puede decir que eran unas termas impresionantes. En su interior albergaba una biblioteca, un jardín, galerías de arte y una tienda en la que se vendían alimentos y bebidas. Imprescindible la visita.
Por último, a unos 25 kilómetros de Roma, junto al Aeropuerto de Fiumicino, se halla Ostia Antica, el antiguo puerto de la ciudad. Hoy, curiosamente, el puerto está situado tres kilómetros en el interior. Estuvo funcionando desde el siglo IV a.C hasta el IX. Allí pueden verse magníficos frescos y mosaicos. Desde el centro de Roma se puede llegar fácilmente en transporte público.
Cada uno de estos lugares son imprescindibles de visitar en Roma si tenéis reservados vuestros vuelos baratos a la ciudad. No lo dudéis ni un momento a la hora de acercaros por aquí.