Nunca pensé que Berlín tuviera tantos puentes. Precisamente son los propios berlineses los que aseguran no saber si tienen más que en Venecia, pero sí tal vez más bonitos y pintorescos. No seremos nosotros quienes digamos lo contrario, la verdad.
Puentes en Berlín hay para todos los gustos, desde los más antiguos hasta los más modernos. Puentes que cruzan los ríos Spree y Havel, que atraviesan la ciudad dejando a su paso una marca de pequeños lagos, estanques y cursos de agua. Si planificáis vuestros viajes a Berlín, seguro que alguna foto cae en muchos de estos puentes.
Tanto es así que, desde la caída del Muro de Berlín, se han construido 190 nuevos puentes. Además, gracias a la apertura de fronteras, otros que se encontraban en mal estado se han podido restaurar, con lo que en su mayoría ofrecen un aspecto magnífico. Entre los modernos hay que destacar el Anhalter Steg, construido en el 2001, y que cruza el Landwehrkanal y une las calles de Hallesches Ufer y Tempelhofer Ufer.
El puente de Bosebrucke une los barrios de Wedding y Prenzlauer. Fue uno de los puentes fronterizos entre la Alemania del Este y Oeste durante la Guerra Fría. Construido en 1916, tiene casi 140 metros de largo y fue el primer puente de acero que se construyó en Berlín. En 1989 se llenó de alemanes occidentales para cruzar hasta el Berlín occidental.
Cruzando el río Spree se halla el Gustav Heinemann Brucke, construido en el 2005. Une el barrio del gobierno y el Spreebogenpark, en el corazón de la zona moderna de la ciudad. Más antiguo e histórico es el Glienicker Brucke, situado sobre el río Havel. Este puente une Berlín con Postdam desde 1907, fecha en la que fue construido, aunque tuvo que ser totalmente reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial.
El Jungfernbrucke es el puente de madera más antiguo de Berlín. Se construyó en 1798 y cruza el río Spree en la zona de Berlín-Mitte. Resulta increíble que haya podido resistir a los embates de las guerras mundiales, pero ahí sigue, con su bonita leyenda a cuestas. Dicen que su nombre, Puente de la Virgen, le viene de la tradición por la cual las mujeres, antes de casarse, debían cruzar el puente. Si sus maderas crujían al paso de la mujer, significaba que esta no era virgen.
Hay otra serie de puentes en la ciudad, como el Kaisersteg, destruido durante la Segunda Guerra Mundial y reconstruido tras la caída del Muro de Berlín; el Kronprinzenbrucke, el primer puente que se construyó tras la caída del muro; el Moltebrucke, construido en piedra arenisca roja en 1891 y uno de los más bonitos de la ciudad; y el Oberbaumbrucke, monumento imprescindible de la ciudad y del que podéis traeros un bonito recuerdo en forma de fotografía.
Foto Vía Karl Gotsch