A veces resulta que necesitamos escapar un poco de la rutina turística. Bien sabemos que Venecia es uno de esos destinos que no pueden dejarse pasar, pero eso no quita que a su alrededor no encontremos otros rincones que merecen la pena.
Precisamente a unos 50 kilómetros al oeste de Venecia se halla la ciudad de Pádova, a orillas de los ríos Bacchiglione y Brenta. Su laberinto de calles empedradas, sus encantadoras plazas y sus puentes sobre el Bacchiglione son sus principales atractivos. Tanto es así que han sido muchos los artistas que se han inspirado entre sus callejuelas. Unas vacaciones Venecia no estarían completas sin pasear por Pádova.
En Pádova, o Padua, encontramos una de las universidades más antiguas de Italia. Fue aquí donde Galileo Galilei pronunció una de sus primeras conferencias. Esto hace que la ciudad esté siempre muy animada, y su vida nocturna aparezca llena de jóvenes.
Alguno de los rincones en los que nos debemos perder de Pádova son la Capilla de los Scrovegni, construida en el siglo XIV y que alberga unos magníficos frescos del Giotto. Curiosamente para visitarla hay que esperar unos quince minutos en la entrada para igualar la temperatura del interior de la capilla con el exterior, con el fin de preservarla en la medida de lo posible.
Junto a esta capilla hay que acercarse a la Basílica de San Antonio, popularmente conocida como Il Santo, donde se conservan las reliquias de San Antonio, lo que hacen de ella un lugar de peregrinación. Un placer situarse frente a la fachada del siglo XI, que combina los estilos románico, gótico y barroco. En el interior veremos numerosas obras de arte, como frescos, lienzos y una Virgen con el Niño del siglo XIV.
El Palazzo della Ragione, construido en el siglo XII, es otro de los grandes edificios de la ciudad. Entre sus curiosidades y atractivos cuenta con el techo más grande de Europa y frescos y cuadros del siglo XV. Una nueva visita hay que hacerla al Museo de Precinema, situado en el Palazzo Angeli del siglo XV. Este museo alberga una interesante colección para los amantes del cine.
Para terminar nuestra visita a Pádova nada mejor que disfrutar en una terraza de la Plaza del Prato della Valle, rodeada de estatuas y atravesada por canales. Diseñada en el siglo XVIII, es una de las plazas más grandes y hermosas de Europa, y en ella se celebran los principales acontecimientos de Pádova.
Foto Vía Italian Real State