Cefalú es una de esas pequeñas joyas que nos ofrece el Mediterráneo siciliano. Situada en la línea de la costa, apenas a 70 kilómetros al este de Palermo, se halla al abrigo de una enorme montaña. Hasta ella llegan cada año miles de turistas, atraídos por sus playas y calas relajantes, sus pintorescas callejuelas medievales, sus termas romanas y sus fabulosas vistas desde las montañas Madonie.
Cefalú fue fundada como asentamiento griego, aunque de aquella época, además de algunos restos que podemos ver en el museo local de la Mandralisca, solo nos queda el pequeño Templo de Diana, situado en la montaña que domina la ciudad, una de las construcciones más antiguas que quedan en pie en Sicilia. Vale la pena el ascenso, no solo para ver este templo, sino para descubrir unas vistas únicas, toda una recompensa para vuestras vacaciones Italia.
Uno de los monumentos más hermosos que pueden verse desde esta montaña es la Catedral de Cefalú (de noche es especialmente impactante, ya que aparece completamente iluminada). Se comenzó a construir en el siglo XII en estilo normando, y su carácter es imponente. Fijaros, entre otras cosas, en el tremendo pantocrátor del ábside, realizado con mosaicos bizantinos. A decir verdad, toda la catedral es una obra de arte, de lo mejor que puede verse en la arquitectura de Sicilia.
El encanto de Cefalú estriba en sus pequeñas y sinuosas callejuelas medievales. Te sitúas en la playa y ves cómo sobre ti se sitúan las casas de la ciudad, como una cascada de piedra blanca a punto de caer al mar. En verano esta pequeña playa suele estar llena de gente. A los sicilianos les encanta, por su aire relajado y porque, a diferencia de otros lugares turísticos de la isla, hay en Cefalú unas termas romanas y unos balnearios que sirven para aflojar el estrés de la vida diaria.
Cefalú es una ciudad para perderse un fin de semana. Pasear por el centro histórico es todo un placer. Callejuelas sinuosas y medievales (algunas tal vez demasiado empinadas) que siempre nos llevan o bien a la playa o bien a la catedral. Se respira un aire de tranquilidad que no encontraremos fácilmente en Sicilia.
Foto Vía Back2mine