Los vuelos a Berna y las ofertas que se presentan en la web siempre están al alcance de un solo click del mouse para conocer la capital federal de Suiza y cuya ciudad vieja está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, gracias a su arquitectura medieval conservada a través de los siglos.
Y dentro de sus atractivos destaca la casa de un de los más grandes genios de la historia : Albert Einstein. En efecto; situado en Kramgasse, una preciosa calle que contiene muchas casas antiguas, en el número 49, fue allí en que el año 1905 y a la edad de 26 años, físico de fama mundial publicó su «Teoría de la Relatividad Especial».
La entrada ha sido renovado, así como la escalera, que da la bienvenida a los visitantes con una ilustración de la Vía Láctea. La antigua escalera de caracol al segundo piso se ha dejado en su estado original, se puede muy bien imaginar cómo Einstein iba y venía por estas escaleras a diario.
Las condiciones de vida de Einstein y su esposa, Mileva con su hijo Hans Albert se muestran con mayor precisión en el apartamento en el segundo piso con muebles de esa época, así como imágenes y los textos presentados con la ayuda de sistemas modernos de exhibición.
Con la inclusión adicional de la tercera planta, hay espacio para la presentación de la biografía de Einstein y su obra. En este sentido, diversas exposiciones relacionadas con su trabajo se han previsto. Hay varios tipos de publicaciones, libros y postales están a la venta.
Contribución de Einstein a la física siglo 20 es indiscutible y ha sido descrito en innumerables publicaciones de todo tipo. Él es probablemente mejor conocido por sus teorías especial y general de la relatividad. Sin embargo, sus trabajos científicos incluyen también trabajos sobre la mecánica teórica, en la teoría cuántica, y las importantes contribuciones a la cosmología.
Precisamente en este departamento Albert Einstein desarrolló la Teoría de la Relatividad Especial. Así, Berna se convirtió en el punto de partida de una carrera académica única. Allí, entre sus amigos más importantes de Einstein y socios en la discusión fueron Maurice Solovine y Habicht Conrad.
Ellos fundaron el llamado «Academia Olimpia», que tuvo como finalidad, la discusión de los problemas filosóficos y científicos. Einstein mantuvo estos contactos después de su salida de Berna. En 1908 dió una conferencia en la Universidad de Berna, y en 1909 renunció a la Academia con el fin de ocupar el puesto de profesor asociado de física teórica en la Universidad de Zurich.
Foto Vía bern.com