Si se desea conocer una ciudad con una historia que se remonta hace 30.000 y 20.000 años atrás, habitada por Neandertales y fundada en el siglo III A. C. bajo el nombre de Burdigala, hay que viajar a Burdeos, una ciudad portuaria del sudoeste de Francia, capital de la región de Aquitania, situada a 500 km de París.
Es considerada la séptima unidad urbana más poblada del país y conocida en el mundo entero por sus viñedos y como un puerto accesible para grandes buques y crucros por lo que es un destino recomendable a la vez que debe anticiparse en la búsqueda de las mejores ofertas de vuelos a Burdeos en la web para las vacaciones de temporada.
Y para una gran experiencia de viaje se recomiendan ciertos lugares y actividades para que el visitante se lleva un memorable recuerdo de la ciudad donde vivió una épocva Víctor Hugo. Entre ellas tenemos :
– Un paseo a orillas del Garona: para observar una hilera de barcos alineados en sus muelles frente a edificios neo-clásicos del siglo 18 – que la UNESCO los ha clasificado como Patrimonio de la Humanidad, nada mejor que una caminata a orillas del río Garona y llegar a conocer el Eau Miroir, una hermosa piscina del siglo XVII. Y por el atardecer …. ¡es un espectáculo impresionante!
– El barrio de St-Michel: es la caja de bombones centro medieval de Burdeos : un laberinto de calles bonitas, dominados por la Basílica de Saint-Michel del siglo 14. Pero la joya de la corona tiene que ser a la torre Fleche St-Michel de 114 metros de altura que es la segunda torre de piedra medieval más alta en Francia.
– Compra de antigüedades en el barrio de Chartrons: en esta antigua zona se apostaron los comerciantes de vino apodado ‘Rue des Antiquaires’ (antiguos vendedores de la calle), después se abrieron numerosas tiendas de antigüedades.
– Degustación del vino: podría ser en un restaurante o en la terraza de un café con sombra, o que podría estar en una bodega de fama mundial o durante una clase de enología en la Maison du Vin. Donde quiera se puede probar el vino de Burdeos. Y es que la región cuenta con no menos de 57 denominaciones de vino y muchos castillos para degustarlo. Uno de los más bonitos es Château Pichon-Longueville-Comtesse con sus torres de cuento de hadas y una colección de objetos de vidrio fascinante.
– Explorar Bastide: a esta zona industrial se accede a través del Pont de Pierre, un puente que atravesó Napoleón con sus ejércitos cuyas vistas desde allí son impresionantes, pero no son nada comparables con los paisajes que esperan en el lado Bastide especialmente en la noche cuando se puede ver la totalidad de Burdeos con sus destellos de luces y fantasías.
Foto Vía ratedesi