Moverse por Viena no es demasiado complicado. La capital de Austria cuenta con 28 líneas de tranvía, 83 de autobuses y 5 de metro, que unen prácticamente todos los puntos de la ciudad. Os recomiendo que compréis la tarjeta turística Vienna Card que, además de incluir descuentos en tiendas y restaurantes y entrada gratuita a muchos monumentos y museos, ofrece hasta 72 horas de viaje gratuito en todas las líneas de transporte público en Viena.
Cuando estuve de vacaciones Viena me moví por el centro histórico especialmente en el metro, que cubre todos los lugares más interesantes. El sistema de metro en Viena se conoce como U-Bahn y, como os decíamos, cuenta en total con 6 líneas y 84 estaciones. La primera de estas estaciones de U-Bahn se abrió en 1976, aunque ya existían otras dos líneas antiguas que recorrían la ciudad desde 1898.
El metro de Viena circula todos los días desde las 05.00 hasta la medianoche. Viernes y sábado por las noches, y vísperas de festivo, las líneas prácticamente circulan las 24 horas del día. Las líneas se distinguen por diferentes colores, letras y números. Son las siguientes:
- Línea U1 Roja: atraviesa Viena de norte a sur, perfecta para visitar la Catedral de Viena y el Prater
- Línea U2 Violeta: ideal para disfrutar del centro de la ciudad, con paradas en el Prater, la Karlsplatz, el Ayuntamiento, el Barrio de los Museos o la Iglesia de San Carlos Borromeo
- Línea U3 Naranja: atraviesa Viena desde el sureste hasta el noroeste, y pasa por la Stephansplatz, el Museo Sissi y los Apartamentos Imperiales.
- Línea U4 Verde: la mejor para visitar el Palacio Schonbrunn
- Línea U6 Marrón: es la que nos lleva a las afueras de Viena (algunos hoteles más exclusivos se encuentran allí)
- Abono 24 horas: 5,70 euros
- Abono 48 horas: 10 euros
- Abono 72 horas: 13,60 euros
- Abono semanal: 14 euros