Cuando te embarcas en el torbellino de sensaciones, colores y sabores del Gran Bazar de Estambul apenas puedes imaginarte que una ciudad como esta tenga una zona de rascacielos. El Bósforo, Hagia Sogia o el Palacio Topkapi parecen llevarse la palma y las miradas de los turistas, pero el horizonte de la ciudad tiene un nuevo reclamo turístico.
Si tenéis pensado pasar próximamente vuestras vacaciones Estambul podéis acercaros hasta la Torre Sapphire, inaugurada hace ahora poco más de un año. Situada en el Levent, el barrio financiero de la ciudad, es, con sus 261 metros de altura, el edificio más alto de Europa, convirtiéndose por tanto en el mejor mirador de Estambul. La subida se torna por tanto en visita imprescindible.
En su interior, además de las típicas oficinas, encontraremos jardines, 180 viviendas exclusivas, tiendas, gimnasio y hasta un campo de golf, el que hoy en día se halla a más altura del mundo. A pesar de su altura el ascensor apenas tarda un minuto en recorrer todas las plantas. Un complejo sistema de calefacción mantiene una temperatura constante en todo el edificio de 22 grados.
Para subir a la cima hay que pagar una entrada de 7 euros, pero os puedo asegurar que merece la pena. Desde su máxima altura se vislumbra toda la ciudad, el Bósforo, el Mar Negro, el Mármara y todas las mezquitas e iglesias de Estambul. Antes de llegar arriba la visita comienza con un simulador 4D.
La Torre Sapphire cuenta en total con 64 plantas y una superficie de 165.000 metros cuadrados. Cada una de las 180 viviendas del interior están valoradas entre 720.000 y casi cinco millones y medio de euros. Una auténtica pasada, ¿verdad?
Esta Torre Sapphire, curiosamente, será el edificio más alto de Europa solo hasta el 2015. En ese año está previsto que se inaugure, también en Estambul, el Diamond Istanbul, un rascacielos de 270 metros de altura que se ubicará en la zona comercial de Maslak, y que también dispondrá de viviendas exclusivas para los más ricos de la ciudad.
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