Suiza es un país de días de fiesta y festivales. Sin embargo, con la excepción del 01 de agosto, que es el aniversario de la Fundación de la Confederación Suiza, otros días de fiesta son casi en su totalidad de carácter local.
Cabe anotar que Suiza se compone de veintidós cantones, tres de los cuales – Appenzell, Basilea y Unterwalden – se subdividen en medio-cantones. Dado que cada cantón es como un pequeño Estado soberano, no es sorprendente que se celebran diversas festividades cuyas tradiciones se transmiten de generación en generación.
Precisamente, en el pueblo de Begnins, localizado el cantón de Vaud situada por encima de la ciudad medieval de Nyon entre el lago Ginebra (Lac Leman) y las montañas del Jura, cerca de las ciudades de Ginebra y Lausana, se celebra una fiesta tradicional en el segundo domingo de mayo, conocida como la Fiesta de los Niños.
Un detalle histótico es que el mes de mayo ha sido siempre un momento de regocijo y fiestas, marcado por las costumbres especiales en diferentes regiones. En Begnins, como una costumbre local se ha conservado durante siglos este evento y que actualmemnte está totalmente reservada para los niños.
El festival comienza cuando los pequeños recogen regalos en la mañana del sábado. Ellos van de puerta en puerta cantando canciones y a cambio, reciben regalos como huevos, azúcar, harina, etc. que son los ingredientes necesarios para hacer pasteles tradicionales.
En la tarde del sábado, los niños recogen tambien flores para el tejido de una corona para la Reina de Mayo y el rey de mayo, que son los personajes que son elegidos por sorteo entre niños de dos a siete años de edad y que son solemnemente coronado el domingo por la mañana.
Ya por la tarde, se realiza una procesión con la participación de una banda de música que recorre las calles del pueblo. Es en este momento en que todos los niños esperan con impaciencia la hora del té, cuando finalmente recibirán algunos de los dulces tradicionales. Las festividades incluyen también juegos y entretenimiento la cual termina con la liberación de globos.
Aunque esta tradición se ha perdido parte de su naturaleza ritual antiguo, lo cierto es que todavía se practica en Begnins y algunos pueblos de otros en el cantón, para el deleite de los niños participantes y de los visitantes.