En las orillas del caudaloso Rin, Colonia es la ciudad más antigua de Alemania. Aunque tiene una población de más de 1 millón y es uno de los centros más importantes del norte de Europa, más de una cuarta parte de la ciudad se compone de espacios verdes así que no es difícil escapar de las multitudes.
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Sorprenderá al visitante saber que Colonia es la ciudad más poblada de estudiante en Alemania, por lo que no hay escasez de bares y discotecas. A esto se suma los 36 museos, 120 galerías y una zona comercial enorme, que es un gran lugar para ir para una escapada.
Qué hacer
En primer lugar hay que visitar la Catedral de Colonia que es la atracción turística más visitada de Alemania con más de 6,5 millones de visitantes al año. Se remonta a 1248; una impresionante catedral gótica que tomó unas seis décadas en completarse y que una vez fue el edificio más alto del mundo. Hay 509 escalones para subir a la cima de la torre sur que tiene una hermosa vista de la ciudad. La entrada a la catedral es gratuita, pero subir a la torre tendrá un costo de 2.50 €.
Otro detalle a tomar en cuenta es que ciertas áreas del centro de la ciudad han sido designadas como «zonas verdes», al sólo se puede llegar a pie, en bicicleta o en transporte público. Es un perfecto passeo relajante, por ejemplo, a los jardines botánicos, numerosos parques del centro de la ciudad hasta dirigirse a la margen derecha del río Rin donde hay un teleférico y un ferry.
Cabe anotar que durante el verano, los clubes de playa que se extienden a lo largo de las orillas del Rin se llenan de gente para disfrutar de un cóctel, la buena música, del panorama del Rin junto con un plato tradicional de sus restaurantes, y pasar la tarde descansando en una tumbona en la arena.
Atrayente también es una visita al Museo del Chocolate que se halla en las orillas del Rin, donde se expone la historia, el proceso y su elaboración desde hace dos siglos hasta la actualidad. Hay una tienda de chocolates a la salida donde se puede comprarlas en todas las formas y tamaños, incluyendo el famoso Gateau Three Kings. La entrada cuesta 7,50 € por adulto, y se puede pagar más para realizar una visita guiada (con muestras gratuitas).
Y no hay que olvidar el Museo Romano-Germánico que expone una gran variedad de artefactos dejados por los romanos, incluyendo el impresionante mosaico de Dioniso, alrededor del cual se construyó el museo tras su excavación en 1941. Las tres plantas exhiben una variedad de retratos, cerámica y joyería, así como la mayor colección del mundo de la cristalería romana. La entrada cuesta 6 € por adulto.
Foto Vía dipity