Desde las escarpadas montañas del Atlas en el norte de Africa hasta las dunas del Sahara colindando con el oeste de la costa atlántica, Marruecos es un país con el alma, una experiencia sensorial y un mundo a mucha distancia de Europa a pesar de su proximidad geográfica.
Y entre sus exóticos pueblos, destaca la antigua ciudad fortificada de Ait Benhaddou, que fue parte a lo largo de la ruta de las caravanas entre el Sahara y Marrakech en el actual Marruecos. Se ubica en la provincia de Ourzazate en el Valle Ounila, enclavado en una colina junto al río Ounila y donde la mayoría de los habitantes conservan aún sus tradiciones de hace siglos viviendo en los Ksar.
Cabe anotar que esta ciudad milenaria es un ejemplo notable de la arquitectura del sur de Marruecos. El ksar es un grupo principalmente de viviendas colectivas. Dentro de las murallas defensivas que son reforzadas por torres angulares y traspasado por una puerta deflectora, las casas se apiñan asemejandose a pequeños castillos urbanos con sus torres de ángulo alto y secciones superiores decoradas con motivos en ladrillo de arcilla.
Se trata de un extraordinario conjunto de edificios que ofrecen un panorama completo donde las técnicas de construcción de barro fueron empleadas. Las construcciones más antiguas no parece ser anterior al siglo 17, aunque su estructura y técnica se propagaron desde una época muy temprana en los valles del sur de Marruecos.
Arquitectónicamente, las viviendas forman un grupo compacto, cerrado y suspendido. Las zonas comunes del ksar incluyen una mezquita, una plaza pública, zonas de trilla de granos fuera de las murallas, fortificaciones y un desván en la parte superior de la aldea, un caravasar, dos cementerios (musulmanes y judíos) y el Santuario de la Santa Sidi Ali o Amer.
En comparación con otros ksar de la región, el de Ait Benhaddou ha conservado su autenticidad arquitectónica con respecto a la configuración y materiales. El estilo arquitectónico muy bien conservado y las construcciones de tierra están perfectamente adaptadas a las condiciones climáticas y están en armonía con el entorno natural y social donde los materiales de construcción utilizados siguen siendo tierra y madera.
Foto Vía come-to-morocco