Entre los lugares más encatnadores en un viaje a Rumania es conocer sus ciudades medievales que nos transportan al pasado. Precisamente, una de las regiones más conocidos es Transilvania, ubicada en el centro del país, que cuenta con una belleza de paisaje que es impresionante, con montañas y abruptos valles boscosos, fortalezas y castillos con torres de defensa medievales.
A menudo, a Transilvania se le conoce como la «tierra de los vampiros» gracias al personaje literario inventado por el escritor irlandés Bram Stoker : Drácula, un terrorífico personaje que está vinculado con el príncipe Vlad Tepes, un monarca autoritario y cruel.
Precisamente, un detalle a tomar en cuenta es que Transilvania cuenta con una de sus atracciones preferidas : el Castillo de Bran, más conocido como el Castillo de Drácula, situado cerca del pueblo de Brasov, a 168 km de Bucarest, y que es un monumento nacional y punto de referencia en Rumania.
Lo cierto es que ésta región puede convertirse en el perfecto destino para las celebraciones de Halloween y explorar la Transilvania mística. En su historia antigua, el territorio de Transilvania pertenecía a una variedad de imperios y estados, incluyendo los celtas, los escitas, el Reino de Dacia y el Imperio Romano.
Sobre el castillo, la historia relata que en 1212, los Caballeros Teutónicos construyeron el castillo de madera omo una posición fortificada en el Burzenland a la entrada de un valle de montaña para protegerde se los mongoles. La primera mención documentada de la fortaleza es el acto emitido por Luis I de Hungría el 19 de noviembre 1377.
Hasta que de 1438-1442, el castillo fue utilizado como defensa contra el Imperio otomano, y más tarde se convirtió en un puesto de aduanas en el puerto de montaña entre Transilvania y Valaquia. Lo cierto es que el gobernante de Valaquia, Vlad Tepes (Vlad el Empalador ( 1448-1476) no parece haber tenido un papel importante en la historia de la fortaleza, como se le conoce con la obra de Stoker.
El castillo es ahora un museo abierto a los turistas, mostrando arte y muebles recogidos por la reina María. Los visitantes pueden ver el interior de forma individual o mediante una visita guiada. En la parte inferior de la colina se encuentra un pequeño museo al aire libre parque exhibe las estructuras tradicionales de los campesinos rumanos (cabañas, graneros, etc) de todo el país.
Foto Vía sharewonders