La Navidad es una de las más antiguas tradiciones que se ha impregnado en la cultura de innumerables países a lo largo de la historia. Como resultado, se ha cambiado – a veces involuntariamente – en algunas formas realmente sorprendentes en muchos países y ciudades de Europa.
El Krampus – Austria
En Austria, la Navidad no es todo diversión y juegos. Aquí existe el Krampus. Una bestia que aterroriza a los niños malos y se los lleva en unos sacos a su guarida.
Su aspecto es realmente repulsivo, centrándose sobre todo alrededor de los cuernos satánicos y pezuñas, ojos de gato y cola de león. A pesar de sus fechorías, el Krampus es un personaje popular en Austria que ofrece a menudo en tarjetas de Navidad y otros artículos de marca.
Joulud – Estonia
Mientras que muchos en Estonia celebran la Navidad, muchos optan por celebrar exclusivamente Joulud, una fiesta de la cosecha que técnicamente es un evento no cristiano adaptado de viejas tradiciones navideñas. Como resultado de ello, el festival Joulud de Estonia no es una celebración del nacimiento – a pesar de tener un pesebre incluido en las celebraciones.
Incluso hay pequeñas figuras de lo que parece ser Jesús, pero que oficialmente no lo es. En Nochebuena es una fecha de adivinación y predicción del clima o de la cosecha. La sauna la víspera de Navidad es otra tradición de Estonia, una tradición familiar que está destinado a reunir a todos justo a tiempo para las fiestas.
Caga Tió – España
Una tradición particularmente extraña de los catalanes es el Caga Tió. Es un tronco de leña hueco con extremidades rechonchas y una cara sonriente que se cubre con una manta roja. A partir del día de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), se empieza a dar de comer hasta la Nochebuena, generalmente con sobras de comida, frutas o avellanas para luego ser golpeado con bastones por los niño el 24 de diciembre por lo que «cagará» regalos mientras se canta.
La Befana -Italia
Por un buen tiempo, Italia pasó un largo período de la historia con la prohibición de no tener a Santa Claus entre los personajes y festividades por la Navidad. El Vaticano expresó su preocupación por la influencia pagana de la historia de Santa, por lo que decidió prohibirlo, en vez de ello, promovió la historia de La Befana.
Era una bruja (completo con escoba) que rechazó una oferta de los Reyes Magos para acompañarlos para ver el nacimiento de Cristo. Después del nacimiento, la bruja estaba tan angustiada por su error, que ella pasa cada aniversario de la fecha entregando regalos a los niños
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