Unas escapadas de fin de semana al Algarve es fantástico aún durante la temporada invernal cuando las playas están casi desierta para disfrutar de ésta región de placeres ocultos, de restaurantes pequeños y simples, donde el sabor del pescado a la parrilla y rociado con aceite de oliva local es delicioso.
En diciembre y enero, aunque es más frío por la noche, a menudo hay sol en la mitad del día y, por supuesto, las ofertas de hoteles online son una opción para ahorra dinero para alojarse y luego disfrutar del paisaje y de la gastronomía en sus restaurantes.
Hay que destacar que algunas aerolíneas reducen sus horarios de vuelos en invierno, lo que se traduce en precios más altos para los vuelos que se ejecutan, así que hay que reservar con mucha antelación para las tarifas más baratas.
Lo cierto es que hay mucho que descubrir en el Algarve. En el interior, en las colinas de Monchique, el visitante puede compenetrarse con la vida de los campesinos cuyos producto ( aceitunas, naranjas, algarrobos y almendros) se venden en los mercados. Y es la oportunidad de visitar los pueblos tradicionales de calles empedradas y restaurantes para degustar la cocina local.
Cabe anotar que el mar es parte de la vida en el Algarve y que también estrechamente ligado a la naturaleza. En este sentido, el visitante puede ver a sus pobladores pescando en el Atlántico durante la marea baja para encontrar almeja, calamares, pulpos y sardinas a lo largo de la costa, los pescadores, los que aprendieron el oficio de sus padres, salir de calamares y pulpo, las sardinas y el atún.
Al margen del mar, en el centro del Algarve, se puede disfrutar de actividades al aire libre como las caminatas a los acantilados – algunos están atractivamente situado en unos jardines exuberantes, como Vila Joya o Vila Vita Parc mientras que otros no son tan atractivos.
Y en el este del Algarve, es como si el tiempo se hubiera detenido con sus paisajes tranquilos de pueblos blancos y bosques de alcornoques y olivos, mientras que el oeste se rinde ante el poder del Atlántico para el surf, observación de aves o senderismo desde una cala de arena desierta a otra.
Cualquiera que sea la parte del Algarve que se elija, se encontrará gente amable, acogedora, excelentes vinos de la región – a precios excelentes – y comida deliciosa, desde los más frescos de pescado para jamones curados, regionales, llenos de sabor.
En las áreas urbanizadas, como Albufeira o Vilamoura, donde se combinan todos los ingredientes para unas vacaciones perfectas de invierno.
Foto Vía telegraph.co