Desde hace once meses Dublín cuenta con Dublin Bikes, un servicio municipal de bicicletas tanto para turistas como para lugareños. Está teniendo tan buena acogida que días atrás se llegó al millón de desplazamientos. Eso quiere decir que diariamente son alrededor de cinco mil personas las que hacen uso de estos vehículos para moverse por la ciudad.
El precio de la suscripción está en diez euros al año (nada que ver con los 50 que vale en Londres o los 25 de Barcelona, por poner solo dos ejemplos) y los 30 primeros minutos son gratuitos. Por toda la ciudad hay hasta 44 estaciones donde poder alquilar una de estas bicicletas, la mayoría de ellas en el centro histórico, para que a la hora de hacer turismo no tengamos ningún problema tanto para cogerlas como devolverlas.
Esto de las bicicletas es una buena manera de moverse por la ciudad si estáis mirando ofertas de hoteles en Dublín. Cada una de estas estaciones tiene un mínimo de quince bicicletas y una terminal de pago con tarjeta de crédito. Cualquier persona mayor de catorce años puede hacer uso de ellas. Un billete para usar la bicicleta durante tres días tiene un precio de dos euros, y después de los primeros 30 minutos (gratuitos) se aplica un cargo por servicio.
Para alquilar una de estas bicicletas hay que seguir un proceso muy sencillo. En una de estas estaciones introducimos la tarjeta de crédito y elegimos cuántos días queremos hacer uso de ella. Si compramos el billete para tres días, al terminar de usar la bici cada día la colocamos en cualquier estación. En el billete tenemos un número de PIN para poder coger una nueva bicicleta al día siguiente en cualquier estación.
Las bicicletas tienen luces traseras y delanteras para poder usar también de noche, bandas reflectantes en ruedas y pedales, frenos delanteros y traseros, candado y bloqueo antirrobo para aparcarla en cualquier parte y el tradicional timbre en el manillar.
Dublín es una ciudad muy agradable de pasear, y tal vez si vamos en bicicleta mucho más. No tiene aún el tirón turístico sobre este medio de transporte como lo puede tener Amsterdam, pero cada vez son más los turistas que la usan.
Foto Vía Oliver Nash’s Blog