En un país pequeño como Luxemburgo, es casi increíble encontrar tantos lugares interesantes. A partir de los castillos y los viñedos el visitante puede conocer diversos sitios de interés histórico hasta llegar a la fascinante capital con modernas instalaciones para ir de compras y los tesoros de la rica Europa Occidental que son un regalo para el mundo turístico.
Lo cierto es que el Gran Ducado de Luxemburgo –su nombre real- es un país del vino con pintorescos paisajes de viñedos que acogen a los turistas para las visitas guiadas y catas de vinos ampliamente disponibles.
Precisamente, el mejor lugar para disfrutarlo es en el Valle de Mosela, con increíbles bodegas sumando a hermosos paisajes también ser admirado por ejemplo en el Parque Nacional de Mosela.
Cabe anotar que este valle es una región que abarca tres países : en el noreste de Francia, al sur-oeste de Alemania y el este de Luxemburgo, centrada en el valle formado por el río Mosela. Desde el siglo 19 el Valle de Mosela se ha promovido como una región productora de vino blanco de calidad como el Riesling, Auxerrois y Pinot.
De tal forma que se le llama internacionalmente como el «vino del Mosela» y que se ha desarrollado como una fuerte industria turística alrededor de su reputación como un idilio rural.
Allí, el río Mosela, que es uno de los principales ríos de Luxemburgo, tienen una trayectoria a lo largo de la frontera con Luxemburgo de 39 kilometros de longitud para formar una frontera natural con Alemania. Hay excursiones temáticas, como la ruta del vino, que están totalmente dedicados al descubrimiento de esta región.
Foto Vía visitluxembourg