El Palacio de Fontainebleau, ubicado a 55 kilómetros de París, es uno de los mayores castillos reales de Francia por lo que debería estar en la lista de destinos en un viaje al país galo.
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El palacio como se conoce en la actualidad es el trabajo de muchos monarcas franceses, a partir de una estructura de principios del siglo 16 de Francisco I.
El edificio se organiza alrededor de una serie de patios y rodeado de lo que queda de un antiguo bosque de caza real.
En efecto; utilizado por los reyes de Francia desde el siglo 12, el pabellón de caza real medieval de Fontainebleau se sitúa en el corazón de un gran bosque en la región de Ile-de-France que fue ampliada y embellecida en el siglo 16 por Francisco I, que quería hacer una «nueva Roma» de la misma.
La arquitectura y la decoración del Palacio de Fontainebleau consideró la influencia ejercida sobre la evolución artística no sólo de Francia sino de Europa también. A partir de entonces fue uno de los sitios más importantes y prestigiosos de la corte francesa.
Otras modificaciones realizadas por sus sucesores y llevado a cabo en diversos grados de intensidad hasta el siglo 19 dio forma al actual complejo, hoy en día, que consiste en cinco patios, irregularmente dispuestos y rodeado por las alas de los edificios y jardines.
Cabe anotar que el estilo manierista francés de la decoración interior del siglo 16 es conocido como el «estilo de Fontainebleau»: que combina escultura, orfebrería, pintura, estuco, yeso y madera.
Actualmente, parte del palacio alberga la Escuela de Arquitectura y Música para estudiantes de los Estados Unidos. En 1981, el Palacio fue clasificado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Foto Vía youngmammatales
