Misteriosa y sugerente, enigmática, atrapada en el cofre de los tiempos, Estambul es el vertiginoso aroma de una ciudad que te hace respirar intensas emociones. Capital de varios imperios, alberga algunos de los rincones y edificios más fascinantes de Europa. El Palacio Topkapi, Santa Sofía, la Mezquita Azul… todos y cada uno de ellos forman parte de un joyero de intensa armonía.
Si estamos buscando nuestros hoteles en Estambul online, hay una evidencia que no debemos saltarnos al estar en esta ciudad: perdernos por el distrito de Beyoglu, conocido hasta hace unas décadas como el barrio de Pera. Situado en la zona europea y separado del casco antiguo por el Cuerno de Oro, es uno de sus principales rincones históricos. Aquí vivieron los principales mercaderes, genoveses y venecianos que le dieron esplendor a Estambul.
No vais a encontrar en él grandes monumentos, ni mezquitas ni palacios suntuosos. En Beyoglu convive una extraña mezcla de tradición y modernidad, un espacio en el que lo nuevo y estridente pide paso entre los edificios más antiguos. El bullicio joven de los bares y restaurantes de Istiklal Caddesi (la Avenida de la Independencia) es el epicentro de este enclave. Allí aún quedan viejas cafeterías de mobiliario retro, en las que sentarse a tomar un delicioso café turco.
De esta mezcla que os hablamos pueden dar fe el Mercado del Pescado o el Hotel Marmara Istambul de la Plaza Taksim, dos ejemplos de un pasado de esplendor y el carácter moderno de esta ciudad. O las viejas galerías comerciales de Çiçek Pasaji y el Museo Pera, que también podría competir con el Museo de la Literatura Cortesana.
Hablando de edificios antiguos hay que detenerse en el Hotel Pera Palas, hoy cerrado, pero recuerdo de los pasajeros del Orient Express que eran alojados aquí, los viejos consulados europeos, como el sueco o el ruso (cuando la capital se trasladó a Ankara en 1923 fueron trasladados allí), o los anticuarios de la zona de Çukurcuma
Hoy Beyoglu vive el ambiente de su carácter cosmopolita, donde conviven gentes de diferentes culturas. Os recomiendo especialmente acercaros a la caída de la tarde y así buscar un buen lugar para cenar. Un barrio diferente, un tanto alejado de la riada de turistas que van en busca de los grandes monumentos de Estambul.
Foto Vía Wikimedia