Puedes leer en cualquier libro de historia los orígenes de Amsterdam y quedarte más que impresionado. Sus primeros años fueron los de una aldea de pescadores nacida de un dique sobre el río Amstel. Aquellos pescadores precisamente fueron los que comenzaron a construir pequeñas casas de fachadas estrechas para evitar el pago de los altos impuestos de la época. Sin embargo, sus canales y su magnífica ubicación desde el punto de vista comercial la convirtieron en una de las ciudades más prósperas de Europa en pocas décadas.
Hoy quién no le ha echado un vistazo alguna vez a las ofertas en vuelos a Amsterdam para conocer esta capital. Os lo recomiendo porque estamos ante uno de los destinos más animados del mundo. Aquí encontraréis casi siete mil casas y edificios históricos, hasta cincuenta museos y galerías de arte de todo tipo, 165 canales por los que pasear a pie o en barco, calles siempre atestadas de turistas y bares, pubs y teatros abiertos hasta la madrugada cualquier día de la semana.
Para colmo, pasear por Amsterdam, aunque hoy en día tenga el mayor centro histórico de Europa, no tiene pérdida alguna. Es una sugerente monotonía de canales y edificios. Una calle se corresponde con un canal, y así vas pasando de uno a otro. Estos canales que rodean y atraviesan todo el centro histórico de la ciudad fueron construidos entre los siglos XV y XVII. Cada día son más de 150 las pequeñas embarcaciones que invitan a los turistas a dar paseos y disfrutar del atractivo desde las aguas.
Uno de los sonidos que se me vienen a la mente al recordar Amsterdam es el de los timbres de las bicicletas. Para conocer la ciudad es posiblemente el mejor medio de transporte (junto con el tranvía, que también hacen sonar sus cláxones en forma de campanita). Un total de 400.000 bicicletas se mueven cada día por toda la ciudad, así que no llamaréis demasiado la atención al circular con ellas porque es de lo más normal.
Amsterdam añade como ofertas turísticas sus más de cincuenta museos, algunos de ellos de los mejores de Europa, 400 edificios alrededor del canal Herengracht protegidos bajo la denominación de monumentos históricos y un Barrio Rojo con cientos y cientos de coffee-shops en los que entrar a tomar algo y vivir el mejor ambiente nocturno.
Con estos números, y otros más que nos dejamos en el tintero, a buen seguro que os animáis a visitar Amsterdam, ¿verdad?
Foto Vía El Diamante es Carbón