Milán es la capital de Lombardía, la región más rica y poblada de Italia. La ciudad no sólo es conocido como un centro económico y financiero, sino que ofrece muchos lugares de interés cultural y arquitectónico.
En este sentido, los hoteles baratos online son la mejor opción para disfrutar de una estadía inolvidable cerca de las atracciones en Milán que incluyen la majestuosa Catedral, el Castello Sforzesco o la monumental pintura de Leonardo da Vinci de La Última Cena que se encuentra en la iglesia de la Santa Maria delle Grazie.
Precisamente, éste monumento religioso es una de las iglesias más famosas de Milán, gracias en parte a su historia de la arquitectura, que se tradujo en una intrigante combinación de estilos gótico y el diseño del renacimiento.
Historia
En 1463 la Orden Dominicana ordenó la construcción de una iglesia para su monasterio el cual fue diseñado con una hermosa estructura de estilo gótico tardío, que se completó en 1490. Hasta que Ludovico Moro, duque de Milán, decidió que Santa Maria delle Grazie sería un sepulcro perfecto para él y su esposa y en la preparación llamó a Donato Bramante en 1492 para la remodelación de la iglesia. Bramante reconstruyó el ábside con un estilo renacentista donde yacen los cuerpos de Ludovico y su esposa Beatrice.
En 1943 los bombardeos aliados destruyeron el claustro principal. La iglesia fue dañada, pero la cúpula de Bramante escapó ileso. El edificio fue restaurado poco después de la guerra, establecido en 1947.
La Iglesia
Tanto el interior y exterior muestran una interesante combinación de estilos gótico y renacentista. La sobria fachada de ladrillo fue diseñado por el bronceado, mientras que la entrada de estilo renacentista, se atribuye a Bramante.
El exterior está dominado por la cúpula diseñada con maestría de Bramante, decorada con medallones de santos y escudo de armas. La nave central y naves laterales son magníficos ejemplos de arquitectura gótica tardía con arcos ojivales elegantes adornados con frescos delicados.
A lo largo de los pasillos hay una serie de capillas, muchas de las cuales están bellamente decoradas con frescos. También destacan la sillería del coro de madera en el ábside.
La última Cena
Junto a la iglesia hay un edificio modesto, conocido como el Cenacolo Vinciano, que es famoso por la obra maestra de Leonardo da Vinci, que pintó La Última Cena entre 1495 y 1498 por encargo de Ludovico Moro.
Frente a la obra maestra de Leonardo hay un fresco pintado por Donato Montorfano. Ambas pinturas casi milagrosamente sobrevivieron al bombardeo de 1943 que convirtió el resto del refectorio en ruinas, supuestamente gracias a las bolsas de arena que fueron colocados contra las paredes.
Foto Vía lazytours