Muchos dicen que es por el peso del amor, pero lo cierto es que es más bien por la moda de los candados. El Puente de las Artes de París, el Pont des Arts, está en estos días en boca de los principales responsables del gobierno parisino. Estos temen por la estabilidad de las barandillas de la pasarela ante la gran cantidad de candados del amor que se han anudado en ella. Aún así, la estructura del puente se revisa regularmente para que no haya problemas.
Si tenéis reservados vuestros vuelos a París económicos posiblemente crucéis este puente. E incluso si vais en buena compañía, tal vez hasta cumpláis con la moda del candado. El Puente de las Artes une el Instituto de Francia con el Museo del Louvre, de ahí que se bastante conocido y transitado. Es difícil no coincidir con alguna parejita dándose un beso o paseando muy acaramelados.
Fue construido entre 1801 y 1804 y se convirtió en el primer puente metálico de la ciudad. Sin embargo el que podemos ver en la actualidad data de 1984, ya que el anterior tuvo que ser reconstruido tras el choque de una barcaza con uno de los pilares.
Un puente en donde los enamorados son los protagonistas. Y no solo por los candados, sino también por las hermosas vistas que se tienen desde él. Nada más hermoso que ir bien acompañados disfrutando de un atardecer parisino. La panorámica que se nos presenta es realmente espectacular y merece la pena. No extraña pues que en estos momentos, tal como dicen los parisinos, está desbordado de amor.
Curiosamente esta moda comenzó a usarse en las principales ciudades europeas a partir del año 2000… pero su origen está en Pecs (Hungría) allá por el siglo XIX. En aquella época los soldados que se encontraban en la ciudad dejaban atado como recuerdo el candado que cerraba el armario de su habitación. Las cosas, como podéis comprobar, han cambiado un poco desde entonces.
Por cierto, la costumbre es colocar el candado con nuestros nombres sobre la barandilla y lanzar la llave al Sena como símbolo de amor eterno. No vayáis a hacerlo al revés…