Hoy alberga la Fundación José Saramago, pero históricamente la Casa dos Bicos en el barrio de la Alfama es uno de los edificios más singulares de Lisboa. Construida en 1523 como vivienda para el escritor y humanista Brás de Alburquerque, su fachada revestida de piedras talladas en forma de punta de diamante es una de las imágenes más fotografiadas de la capital portuguesa.
Precisamente son estas piedras talladas las que le dan el nombre de «bicos». Su aspecto nos recuerda a muchos otros edificios propios del Renacimiento italiano. Sin ir más lejos, Brás de Alburquerque quedó encantado con algunos de los que visitó en Italia, de ahí que cuando le encargó esta vivienda al arquitecto quiso reflejar en ella los recuerdos de su viaje. Podéis comprobarlo vosotros mismos si tenéis pensado mirar vuestras ofertas de vuelos a Lisboa.
La Casa dos Bicos se sale un poco de lo que estamos acostumbrados a ver. Hay que quedarse un buen rato mirando su fachada, la de las puntas de diamantes, sí. Realmente observas las puertas y ventanas y tienen una distribución muy irregular. Su tamaño y su estilo son también completamente diferentes. Sin embargo esta amalgama curiosa le confiere un encanto muy particular. De esos lugares en los que tienes que detenerte obligatoriamente y preguntar por su historia.
Una lástima que el terrible terremoto de Lisboa de 1755 destruyera buena parte del edificio. Se perdió una de las fachadas que daba al río y de la actual solo quedaron los dos pisos inferiores. Tras el seísmo la familia Alburquerque vendió la casa a un comerciante pesquero, quien incluso usó la terraza como mercado de pescado.
En el año 2008 el Ayuntamiento de Lisboa cedió la casa a la Fundación José Saramago, quien se ha encargado de su restauración. Las cenizas del escritor se guardan en la placita que hay junto a la Casa dos Bicos. Fue inaugurada en junio del 2012 y cuentan que el arquitecto que remodeló la casa lloró de rabia e impotencia por no haber podido acabar la obra a tiempo para que Saramago pudiera estar en la apertura (el artista había fallecido en junio del 2010)
Tanto si tenéis la oportunidad de entrar en ella y contemplar las exposiciones como si os quedáis frente a su fachada, la Casa dos Bicos es uno de los edificios más curiosos y originales de Lisboa. Merece la pena ir hasta la Rua dos Bacalhoeiros para verla.