En mi segundo viaje a Lisboa planifiqué varias excursiones por los alrededores, ya que la ciudad lisboeta ya la teníamos bastante bien agenciada en el recuerdo. Entre los muchos lugares que pudimos visitar, y que os hemos comentado en otra ocasión, nos acercamos hasta el pequeño pueblo de Alcochete, situado apenas a treinta kilómetros al este de Lisboa, nada más cruzar el Ponte Vasco Vasco da Gama sobre el Tajo.
Si tenéis reservados vuestros hoteles en Lisboa resulta una excursión muy agradable. Alcochete es una vieja ciudad que duerme a orillas del Tajo, muy cerca de la reserva nacional de su estuario. A lo largo de su historia ha vivido por y para el río, encontrándose tanto al norte como al sur fábricas de sal que han funcionado desde hace siglos.
Alcochete fue fundada en el siglo VIII por los musulmanes, por lo que su centro histórico tiene un trazado medieval de gran interés. Su mirador hacia el Tajo la convirtió en retiro vacaciones de algunos reyes de Portugal, como Joao I y Joao II. Tanto es así que, en una de estas temporadas de vacaciones, nació en Alcochete el futuro rey Manuel en 1469.
Si damos un pequeño paseo por la ciudad vieja encontraremos diferentes monumentos, como la Iglesia de la Misericordia, construida a mediados del siglo XVI, y que formaba parte del palacio en el que precisamente nació el rey Manuel I. Hoy en día, además de lugar de culto, alberga un muy interesante Museo de Arte Sacro.
Hay otra iglesia en Alcochete que merece la pena que visitéis. Se trata de la Iglesia de San Juan Bautista, construida en estilo gótico-manuelino y que está declarada monumento nacional. Os recomiendo la visita del interior para ver algunos de sus cuadros, del siglo XVI, y una rica muestra de azulejos portugueses del siglo XVIII, algo como sabéis muy típico de la región.
Ya que estáis en Alcochete no podéis dejar de visitar la Reserva Natural del Estuario del río Tajo. Os encontraréis con una amplia zona de marismas y pequeñas islas. Si vais en otoño o en primavera disfrutaréis con la gran cantidad de flamencos y otras aves acuáticas. Ya si tenéis más tiempo, desde la oficina de turismo de Alcochete, se pueden organizar excursiones en barco por el estuario para ver de cerca la fauna y flora de la reserva natural.
Ya veis que no solo os tenéis que quedar con la lista de cosas de qué ver en Lisboa. Son muchos los atractivos que un viaje a la capital portuguesa os puede dar.
Foto Vía Cero a Cero