Uno de los atrayentes lugares en la República de Irlanda, cuya belleza atrae a los turistas como abejas al panal, son los Acantilados de Moher que se encuentran en el extremo sudoeste de la región de Burren en el condado de Clare.
Se elevan a 120 metros de altura sobre el Océano Atlántico alcanzando su máxima altitud con 214 metros al norte de la Torre de O’Brien. Cabe anotar que estos acantilados son visitados por casi un millón de visitantes al año.
Sobre sus orígenes, estos acantilados fueron tallados con el vientos y la lluvia con el paso de 300 millones de años donde hay muchos animales que viven en los acantilados siendo la mayoría aves de 29 especies.
Los más interesantes son los famosos frailecillos atlánticos, que viven en grandes colonias en lugares aislados de los acantilados . También están presentes los halcones, gaviotas y cuervos.
Se reitera que los acantilados de Moher son algunos de los lugares más impresionantes de ver en Irlanda, y está ampliamente considerado como uno de los atractivos turísticos más importantes del país. Hay ferries que llegan a este lugar partiendo desde el muelle del pueblo de Doolin o embarcándoseen un servicio de autobús al que se llega en un viaje de 20 minutos.
O en todo caso, dirigirse a la Torre de O’Brien, donde hay una torre de observación que es el punto más alto de los acantilados los que ofrecen vistas espectaculares. Fue construido por Sir Cornellius O’Brien, un descendiente del Alto Rey de Irlanda Brian Boru, en 1835, como una torre de observación para los cientos de turistas que frecuentaban los acantilados incluso a esa fecha
Lo cierto es que desde lo alto de esa torre de vigilancia, se pueden ver las Islas Aran, la bahía Galway, las montañas Maum Turk y Loop hacia el sur. Sin duda una bella región de la costa sur de la bahía de Galway conocida como Burren en cuyos alrededores hay más de 60 monumentos neolíticos que datan de 2,500 A.C y hasta ruinas de un castillo normando de Dunguaire.
Foto Vía toptenz