Hay muchas estampas típicas de París, como la Torre Eiffel, Los Campos Elíseos, El atardecer a orillas del Sena, la Catedral de Notre Dame, pero ninguna, ni siquiera la Torre Eiffel, posee las vistas que el visitante puede contemplar desde lo alto del barrio de Montmartre. Desde este lugar se pueden divisar varias decenas de kilómetros de distancia. También los monumentos antes mencionados, y otros muchos, como la Universidad de La Sorbona, el Arco del Triunfo, o el Barrio de la Defénse, el distrito financiero más importante de Europa.
Montmartre está ubicado en una colina del mismo nombre, que posee una altura superior a los 120 metros, en el distrito número 18 de la capital francesa. Es un barrio repleto de tiendas, restaurantes, museos y algunos de los mejores hoteles de París. Su localización queda enmarcada en la orilla derecha del río Sena. Hay tres localizaciones fundamentales para todo aquél que quiera conocer los rincones de uno de los barrios más pintorescos de la ciudad gala:
La Basílica del Sacre Couer, que se puede ver desde casi cualquier punto de la urbe, con su color blanco tan característico y su singular cúpula. A ella se accede a través de un buen número de escaleras o bien por un moderno funicular. Lo peor de Monmartre son sus escarpadas cuestas.
La Plaza del Tertre, cuna de pintores profesionales y aficionados. Alrededor de esta plaza se han retratado a millones de personas, algunas de las obras fueron realizadas por algunos de los mejores pintores de la historia del arte, como Picasso, Renoir o Van Gogh.
Es una plaza deliciosa para tomar un refresco en la terraza de uno de los múltiples cafés que la circunda. Conviene dejarse llevar y recorrer las múltiples calles y callejuelas que pueblan el barrio de Montmartre. En nuestro camino, encontraremos galerías de arte, tiendas de antigüedades, museos y el cementerio de Montmartre, donde se encuentran enterrados algunos célebres personajes de la historia francesa.
El distrito rojo, la prostitución aquí no es legal, a diferencia de otras ciudades como Ámsterdam, pero sí existeuna industria en torno al sexo, reflejada a través de sex shops, cabarets, alguno como el famosísimo Moulin Rouge, o molino rojo. Es una de las fotografías con las que los visitantes piensan antes de llegar a París.