Hoy nos lanzamos a la aventura alemana a conocer Dusseldorf, capital del estado de Renania del Norte-Westfalia. Ciudad situada hermosamente a orillas del río Rhin, tal vez no sea de los enclaves más interesantes de Alemania, pero bien podría valernos para una excursión desde Colonia, situada cuarenta kilómetros hacia el sur, o incluso para pasar a la cercana frontera con Holanda.
A Dusseldorf se puede llegar fácilmente a través de alguno de los cruceros fluviales que cruzan el Rhin. Por algo se considera a esta ciudad como la puerta precisamente de dicho río. Una vez allí nuestros pasos han de llevarnos rápidamente hacia el centro histórico, un laberinto empedrado y sinuoso de callejuelas, prácticamente todas peatonales, para facilitarnos la visita.
Una vez allí habría que visitar el Castillo de Schloss Banrath, de estilo rococó, la Basílica de San Lamberto, construida en gótico, la Catedral de San Andrés, una tremenda hermosura barroca, el viejo ayuntamiento de mediados del siglo XVIII o la estatua de Jan Wellem Reiterdenkmal en la Burgplatz.
Este centro histórico es un placer, especialmente por sus pequeños callejones, sus viejas iglesias y, claro, como no podía ser de otra manera en Alemania, las tabernas medievales y terrazas al aire libre en la que degustar una buena cerveza. Bares, restaurantes y tiendas, completan el recorrido. Imaginad el hecho de que hay más de 250 bares y cervecerías. Pasaros por la calle Konigsallee, una de las calles comerciales más importantes de la ciudad. Ya veréis el tremendo bullicio y el gran ambiente que se forma.
Dusseldorf también es ciudad de museos. Podemos visitar el Museo Cinematográfico, inaugurado en el centro histórico en 1993, o el Museo Alemán de Cerámica, que hace apenas un par de años cumplió su primer centenario, el Museo Europeo de Jardinería, situado en el castillo-palacio de Banrath, el pabellón de Arte en el Túnel y el Museo Palacio de Arte, que alberga especialmente una magnífica colección de pinturas y otra serie de obras.
Dusseldorf es una ciudad muy interesante para pasar al menos un par de días, o para venir de visita desde Colonia. Merece la pena perderse por sus pequeñas callejuelas y disfrutar de sus monumentos, museos y cervecerías.
Foto Vía Military Photos