Milán es la capital del norte de Italia, la región más rica e industrializada del país transalpino. Al igual que ocurre en España, el norte del país tiene una renta per cápita y unos niveles económicos superiores a las regiones más pobres del sur, como Campania, Calabria o Sicilia, aunque en el caso italiano, las diferencias aún son más acentuadas. Milán es una ciudad bastante olvidada desde el punto de vista turístico. No tiene la popularidad de Roma, ni la monumentalidad de Florencia, ni la magia de Venecia, pero merece la pena visitarla porque tiene rincones mágicos por descubir.
Lo más destacado de Milán es su centro histórico, y la mejor manera de hacerlo es dando un paseo por el centro de Milán. Aquí se concentran un montón de calles y callejuelas, en su mayoría peatonales, e incluso se puede contratar a un guía de Milán para que os muestre los mejores rincones; no es una mala opción, pero si preferís ir por vuestra cuenta estos son algunos de los ligares más singulares que el visitante no puede perderse.
La calle Corso Vittorio Emmanuelle, repleta de tiendas, cines, cafés y terrazas donde se concentran los milanenes a todas horas del día. A un sólo paso, nos encontraremos con la plaza del Duomo, desde donde tendremos una óptima vista de la catedral de la ciudad más rica de Italia. El templo catedralicio milanés posee una de las mejores vistas de la urbe transalpina. Lo mejor es tomar el ascensor, que no es gratis, y se toma en la parte posterior del templo. Hay otra opción, subir las cientos de escaleras que acceden a la parte superior de la catedral. En cualquier caso podremos admirar un montón de estatuas de mármol y visionar una espectacular panorámica milanesa.
Si continuamos nuestra ruta, accederemos al centro medieval del Milán antiguo. Está ubicado entre vía Mercanti, muy cerca de la Piazetta y donde se concentran los edificios con más años de la ciudad. Conviene degustar un delicioso helado en los múltiples puestos callejeros que abundan en la zona. Hay también abundan algunos de los hoteles baratos Milán.
Muy cerca de la Plaza del Duomo está la galería de Vittorio Emmanuele, el centro comercial más antiguo de Europa y que data de principios del siglo XX. En este recinto podemos encontrar algunas de las boutiques más famosas del mundo. Todos los grandes de la moda italiana gozan de una tienda allí: Armani, Dolce y Gabanna, Versace, Gucci…
Milán es una ciudad ideal para descubrir en cualquier época del año, pero cuando más encanto tiene es en primavera cuando arranca el buen tiempo, ya que es una ciudad de contrastes, mucho calor en verano y muchísimo frío en invierno.