A poco más de una hora en coche de Lisboa se halla una de esas ciudades históricas y milenarias que no deberíais perderos. Évora es un museo al aire libre de edificios góticos, románicos, manuelistas, barrocos y manieristas. No es de extrañar entonces que esta ciudad y su centro histórico estén declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si tenéis reservados vuestros hoteles en Lisboa os recomendaría hacer una pequeña excursión en coche hasta Évora, una de esas ciudades que supo recomponerse perfectamente del terrible terremoto que asoló Lisboa en 1755. Uno de los pocos edificios que sobrevivieron a aquel desastre fue el Templo de Diana, construido en el siglo II, 300 años después de la llegada de los romanos a la ciudad.
Pocos son los edificios que lograron quedar en pie tras el terremoto, como el Acueducto de Agua de Prata, construido a mediados del siglo XV y que, con sus ocho kilómetros de largo, cruza de punta a cabo la ciudad. Resulta hermoso ver cómo las casas de Évora han surgido junto a los arcos del acueducto.
Una vez en el centro histórico hay que comenzar nuestra visita en la Catedral de Évora, una de las más impresionantes que puedan verse en Portugal. Su arquitectura gótica impone , y en ella os recomiendo acceder al Museo de Arte Sacro, con piezas de gran valor, como el cetro del rey-cardenal Henrique, del siglo XVI, las reliquias de Santo Lenho, del siglo XVII, del que cuenta la leyenda que alberga astillas de la cruz de Cristo.
De la catedral nuestra próxima parada es la Iglesia Real de San Francisco, célebre en Évora por su Capilla de los Huesos. Casi como su nombre indica, se trata de una sala con paredes formadas por cráneos y huesos de monjes franciscanos que han vivido en el convento. Realmente es un poco macabro y espeluznante, pero que siempre está lleno de turistas.
Perdernos en el laberinto de callejuelas de Évora es realmente el mayor encanto de esta ciudad. Las tres murallas que delimitan el casco viejo encierran algo más de trescientos monumentos, lo que nos podría llevar a pasar al menos un fin de semana en la ciudad. Restos romanos y musulmanes se agolparán ante vuestros ojos, casas nobiliarias, palacios, iglesias, puertas y arcos medievales.
Évora es una ciudad histórica para disfrutar paseando. Daros el capricho de conocer una de las ciudades más bonitas de Portugal.
Foto Vía Cosas del Autocaravanismo