Hay muchas formas de llegar a Roma, tanto en avión como en carretera, e incluso en tren, a través de la Estación de Términi. Construida en 1867, esta estación está situada en el antiguo distrito de Esquilino, en el corazón del centro histórico, por lo que resulta muy fácil llegar a los principales puntos de interés de la ciudad.
Por ejemplo, la Basílica de Santa María la Mayor se encuentra a diez minutos a pie, el Coliseo y el Foro Romano a quince minutos o la Vía Condotti, con todas sus calles comerciales, a unos veinte minutos. Además, la Estación de Términi cuenta con dos líneas de metro, la A y la B, que van a los principales lugares de interés, además de pasar por aquí el Leonardo Express, el tren que nos lleva hasta el Aeropuerto de Fiumicino, o los autobuses que vienen del de Ciampino. Así es mucho más fácil planificar nuestros viajes a Roma.
En los alrededores de la estación hay una gran cantidad de restaurantes. Yo diría que incluso es la zona que cuenta con mayor variedad de restaurantes no italianos de la ciudad. De ahí que, tanto si llegáis en tren como si tenéis que esperar al vuestro, podéis perfectamente encontrar lugares para comer rápidamente.
También en la zona hay un gran centro comercial, con muchas tiendas de todo tipo. Incluso en el interior de la propia estación tenemos el Foro de Términi, un centro comercial con tiendas principalmente de ropa. Este centro comercial abre todos los días de la semana, de 08.00 a 22.00 horas.
Además de restaurantes y tiendas, la zona de Términi también cuenta con hoteles, tal vez de los más económicos de Roma. Un lugar estupendo para alojarse, ya que nos coge a mano la estación de tren, el transporte para ir hacia el aeropuerto y los principales lugares de interés de la ciudad, además de ser de las zonas más baratas.
Está claro que, tanto si llevamos en avión a Roma, como si nos estamos moviendo en tren por Italia, llegaremos hasta la Estación Términi.
Foto Vía Hotel Rome