Seguro que una de las imágenes que tenéis de Estambul es de la famosa Mezquita Azul. No es difícil descubrir el porqué lleva este nombre, gracias a los vivos colores azules de los mosaicos que decoran sus cúpulas y la parte superior de la mezquita.
En realidad el nombre original de esta mezquita es del Sultán Ahmet, en recuerdo del sultán otomano que la construyó durante su reinado, entre 1603 y 1617. Desgraciadamente el joven sultán moría unas semanas después de la inauguración del templo.
A su alrededor siempre hay una gran cantidad de turistas, ansiosos por descubrir su increíble interior, y maravillados por ver la única mezquita turca con seis minaretes en el exterior. Los 260 ventanales que tiene hacen que el interior se vea deslumbrante. Es por lo que seguro que en muchas guías de viaje leeréis que dejéis la visita de la Mezquita Azul para un día soleado. Al estar cerca seguro de vuestros hoteles en Estambul no tendréis problema en llegar a ella.
La entrada además es gratuita, y abre todos los días de 09.00 a 18.00 horas. Eso sí, hay que entrar descalzos y cubiertos con un pañuelo, sin usar pantalones cortos ni hombros al descubierto ( aunque sea un día de verano de mucho calor ). Tranquilos porque en la puerta os ofrecen un kit de vestimenta por si no váis adecuadamente.
Ya veréis que el interior es sorprendente, no en vano es la mezquita más grande de Estambul. Si os preguntáis qué ver en Estambul, este lugar debe ser una visita imprescindible. Cientos de metros cuadrados de alfombras, lámparas de aceite de cristal y más de 21.000 azulejos usados en su construcción.
La Mezquita en sí es una mezcla de elementos bizantinos y las estructuras propias del Islam. Se usaron materiales como mármol y piedra para su construcción. La planta del templo forma un rectángulo de 51 por 53 metros, y está dividida en dos áreas: el shan o patio interior porticado, y el haram o sala de oración.
Una curiosidad para vuestra visita: el Sultán Ahmet fue el número catorce, alcanzó el trono a los catorce años y gobernó durante catorce años, muriendo con 28 años. Casualidades de la vida, ¿no?. No os perdáis las vistas de esta mezquita en el horizonte de Estambul.
Foto Vía Labbaik Tours