La ciudad de Estambul, antigua Constantinopla y Bizancio. Una ciudad a medio camino entre Europa y Asia, con un pie en la tradición y otro en la modernidad, con un ojo puesto en el islam más tradicional y otro en la vanguardia, tiene un rasgo que la hace muy similar la resto de países de lugares del viejo continente. Su amor profeso y verdadero por un deporte: el fútbol.
En efecto, este deporte ha experimentado un espectacular desarrollo en los últimos tiempos y ahora el fútbol turco compite de tú a tú con los viejos clubes europeos, de los que ficha grandes estrellas y entrenadores. Una de las cosas que ver en Estambul es un partido de fútbol en cualquiera de sus estadios y si es uno de los múltiples derbys de la ciudad, mucho mejor. Es un espectáculo comprobar de primera mano el sentimiento, las ganas y el fervor que imprimen los hinchas en su intento de animar a los 11 futbolistas de su equipo. Vocerío, camisetas, banderas, todo vale para animar al conjunto de tus amores. Las emociones se desatan y muchas veces esto se traduce en incidentes violentos entre las hinchadas rivales. A veces los hooligans otomanos unen sus fuerzas en contra de la policía y la ciudad , por la noche después del partido, se convierte en una auténtica batalla campal.
En los últimos años, jugadores como Güiza o más recientemente Guti, después de haber estado toda su carrera profesional en el Real Madrid, han recalado en el fútbol turco. También entrenadores como Del Bosque, campeón del mundo con España, o han ido a parar a algún club de la primera división turca.
Cada barrio o distrito de la ciudad tiene su propio equipo de fútbol. Los más importantes son el Galatasaray, el Fenerbache y el Besiktas. Todos ellos poseen también equipos profesionales de otras disciplinas,como el baloncesto, la natación o el voleybol.
Los 3 son los equipos más laureados de la Liga turca y suelen llegar lejos en las competiciones de clubes de fútbol europeas. Cada uno de ellos tiene una zona de influencia dentro de la ciudad, según el barrio en que se encuentran. Su rivalidad no es sólo futbolística, como decíamos, en otros deportes como el baloncesto o el balonmano también compiten aunque es en el deporte rey donde se desatan más emociones.
Lo mejor es visionar un partido desde una tribuna, aunque si alguien te pregunta mejor di que eres de su mismo equipo.