La ciudad de Marrakech, tiene una población de un millón y medio de personas. Está ubicada al sur de Marruecos, justo donde comienza la cordillera del Atlas, por lo que su clima, a pesar de ser caluroso, es más benigno que el resto de localidades del país, precisamente por su altitud. Marrakech forma parte de los 4 centros imperiales del Reino de Marruecos, junto a Fez, Meknes y Rabat. Precisamente Rabat es la capital del país y Casablanca la urbe más poblada, pero Marracheck se ha ganado a pulso el calificativo de la ciudad más turística de todo Marruecos. Y eso se nota. Cada año miles de visitantes llegan hasta Marrakech para descubrir su cultura musulmana y sus siglos de tradición. Es un destino cada vez más popular entre los europeos, sobretodo desde la implantación de rutas aéreas por compañías de bajo coste.y la proliferación de hoteles en Marrakech, de todos los estilos y categoría.
La ciudad se distribuye en varios barrios o distritos que son los que dan ese carácter tan anárquico e idílico. Estos son los principales:
Medina: es la parte vieja de la ciudad, está flanqueada por unas impresionante murallas que bordean la zona y antiguamente impedían el paso a los atacantes. Dentro de la Medina se articulan un sin fin de calles, callejones y callejuelas. En ellas se alternan cafés, tiendas tradicionales y puestos de artesanía. En los últimos tiempos también ha surgido las clásicas tiendas de souvenirs, al ritmo que el turismo occidental se ha ido desarrollando. En La Medina se encuentra la Mezquita principal d ella ciudad y forma un conjunto histórico artístico de gran valor, declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Hivernage: Al oeste de la zona central, se erige este distrito residencial. Aquí tienen su sede algunos de los hoteles más lujosos y las mansiones y casas d ella gente con mayor riqueza. Destacan también dos construcciones: el Palacio de Congresos y el teatro de la Ópera.
Mellah: Es la antiguo judería, el barrio judío que con el tiempo ha ido perdiendo tradición. La mayor parte de los judíos emigraron del país y ya sólo quedan unos pocos, aunque eso sí, mantienen vivas su modo de vida ortodoxo.En este barrio se levanta una magnífica sinagoga y un coqueto cementerio que merece la pena visitar.
Palmeire: su nombre hace referencia a la gran cantidad de plantas, vegetación y palmeras que hay en él. Se calcula que existen más de 100.000 plantas en su interior, conectadas y regadas mediante un impresionante sistema de tuberías y acequias.Ninguna construcción puede dañar o interferir en el crecimiento de las palmeras, que se respetan mucho, pues son fuentes de alimento, de agua y de sombra.