En Navarra, que es una comunidad foral española situada en el norte de la Península Ibérica, y cuya capital Pamplona es un destino obligado en su viaje, también son populares los Carnavales donde traen de vuelta del inframundo a personajes legendarios, fantasmas y casi rituales prehistóricos en el medio rural.
Uno de los más populares son los de Lantz donde el domingo de carnaval, a mediodía, se celebra el carnaval infantil en que los pequeños emulan a los mayores atrapando y ajusticiando al «Miel Otxin». El día siguiente, el lunes, los personajes dan una vuelta por la mañana al pueblo.
Para finalizar, a mediodía del martes desfilan los conocidos personajes carnavalescos. Por la tarde repiten su salida, que concluye con la captura y el ajusticiamiento del «Miel Otxin», momento en el que el pueblo entero se convierte en protagonista de la fiesta.
El ajusticiamiento tiene lugar en el frontón, donde máscaras armadas disparan sobre «Miel Otxin». El gigante cae, es destripado y quemado. Comienza entonces una danza ritual, el Zortziko de Lantz, cuya música se remonta al siglo XVIII o incluso antes.
«Miel Otxin» es un personaje de paja y de tres metros de altura viste blusa estampada, pantalón azul, faja roja, polainas de cuero o de goma y está tocado con un gorro cónico llamativamente adornado.
Junto a él aparece el «Ziripot», un hombre bonachón y gordinflón que se mueve pesadamente por las calles de Lantz. Esta grotesca figura, embutida en un saco relleno de heno y con la cabeza cubierta de harapos, se apoya en un palo de avellano para mantener el equilibrio.
Otro carnaval famoso es el que se desarrolla en Altsasua, cuyo momento fuerte es el desfile del martes de carnaval, en el que participan los momotxorros, personajes tocados con grandes cestos con cuernos, mandiles manchados de rojo y sardes con los que atemorizan a la población.
Otros personajes del desfile son el akerra o macho cabrío y las sorgiñak o brujas. Menos concurridos son los de Goizueta, básicamente una cuestación por casas y caseríos bailando, con un carbonero con la cara tiznada y las espaldas cubiertas con un pellejo inflado, sobre el que golpean sus compañeros en la zagi dantza. Prácticamente desconocido es el de Arizkun, en el que se representa una boda y en cuyo desfile participa un joven disfrazado de oso (artza) encadenado a su amo.
¿Estás preparado para esta fiesta tradicional?
Foto Vía envidos