Todo el brillo y el glamour de la Riviera Francesa (Costa Azul) se funde más notoriamente en éste famoso Principado de la casa de Grimaldi que cuenta con el Príncipe Alberto II como Jefe de estado.
Esta Ciudad-Estado se extiende por poco menos de 2 km cuadrados de superficie, pero cuyos pobladores viven con los más altos estándares de glamour y elegancia. A ellos se suman los más lujosos y elegantes alojamientos, pero que el viajero común puede encontrar las ofertas de hoteles online al alcance de un click en cualquier época del año.
Allí, el visitante puede disfrutar de un día en las carreras en el épico Gran Premio de Mónaco. Si sólo se puede asistir a un espectáculo de automovilismo en su vida, sin lugar a dudas, éste es el principal evento de la temporada de la Fórmula Uno.
Una zona donde abundan las mejores postales para las fotos es Condamine que, al igual que todos los distritos de Mónaco, es pequeño, pero tiene un montón de encanto inherente. Es el mejor lugar para ver los yates de los ricos y famosos.
Otro lugar interesante para una visita es el Museo Oceanográfico que es un magnífico archivo de las ciencias marinas que celebró su centenario en el 2010. Cabe anotar que Jacques Cousteau fue el director del museo desde hace años
También vale la pena una visita al Palacio del Príncipe de Mónaco, cuya estructura original data de 1191 y la Serenísima República de Génova y se ha construido y restaurado en varias ocasiones durante los siglos. Los Grimaldi han reinado en Mónaco desde los silenciosos, acordonada salas del palacio durante más de 700 años. Muchos vienen a ver el cambio diario de la guardia en la entrada principal que es a las 11:55 am.
Y entre las construcciones más significativas de Mónaco se encuentra la Catedral de Mónaco, que data de 1875, construída sobre el emplazamiento de una antigua iglesia del siglo XII con un estilo neorrománico en cuyo interior alberga interesantes obras de arte.
Otras instituciones destacables son la Orquesta Filarmónica de Montecarlo, la Opera de Montecarlo y el Ballet de Montecarlo y un reconocido coro infantil, los Pequeños cantores de Mónaco.
Y, sin duda que Monte Carlo, es la atracción más famosa de la ciudad-estado cuyo Casino es un icono clásico de principios de Garnier starchitect Charles. Si se decide tener una cena en Mónaco, hay que asegurarse de guardar sus euros por Louis XV, Michelin Alain Ducasse, de tres estrellas, un restaurante emblemático en el Hotel de París.