Dicen que Francia es el estado centralista por antonomasia. Y es cierto; París aglutina casi todo el protagonismo de la República de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. En efecto, París es la principal ciudad francesa, pero es orden de importancia la segunda es Marsella, un lugar que tiene mucho que ofrecer.
Marsella es la capital del departamento de Bocas del Ródano y de la región Costa Azul- Provença- Alpes. Se encuentra en el sur del país, en pleno Mar Mediterráneo y es la ciudad principal de la Costa Azul, un conglomerado de playas y calas que están a la altura de las mejores del mundo.
Desde España hay la posibilidad de tomar uno de los numerosos vuelos a Marsella, aunque su distancia de algunas comunidades, como Cataluña, la hacen totalmente viable para una escapada por carretera, bien sea en autobús, moto o coche.
Marsella cuenta con 840.000 habitantes que se elevan hasta sobrepasar el millón y medio en su área metropolitana. La mayor actividad comercial marsellesa es su enorme puerto, que rivaliza con el de Barcelona en ser el mayor del Mediterráneo.
El mar está muy presente en la vida de sus habitantes. Existen multitud de rutas que te llevan a las mejores playas de los alrededores de Marsella.
Hay que destacar que la ciudad es una de las de mayor multiculturalidad de Europa, sobretodo está poblada por argelinos y negros, aunque puedes encontrar gentes de cualquier rincón del globo. Eso la confiere un encanto especial, ya que todas las culturas aportan su granito de arena para hacer de la ciudad un lugar variado y tolerante.
Por toda su cultura, sus monumentos, su encanto, sus gentes y sus playas, Marsella es una ciudad que merece la pena visitar, ya sea en avión, por carretera o en uno de los múltiples barcos que hacen escala en su conocido puerto.