La encantadora ciudad de Orense está situado a orillas del Río Miño, rodeado de parques naturales, palacios y monumentos, así como aguas termales. Como capital de la Provincia de Orense (Galicia) se ha convertido en un popular destino en cualquier temporada del año.
En la ruta hacia Santiago de Compostela, la ciudad tiene bellas plazas y esquinas de las calles salpicadas con fuentes y loss tradicionales «cruceiros», que son una cruz de piedra de pie sobre una columna. Cabe destacar que los hoteles en Orense permiten una estadía para todo tipo de presupuestos y cerca de sus principales atracciones turísticas.
Igualmente, estos alojamientos se hallan también a pocos pasos de la Plaza principal donde los mercados y festivales que datan de la época medieval se celebran. Es posible que el nombre de Orense tenga un origen celta, ya que inicialmente fue el territorio ocupado por las aguas termales conocidas como As Burgas, del cual se asentó la población en la época romana.
En relación a esto, algunas muestras arqueológicas de la época se conservan en el Museo Provincial. Parte de este edificio contiene una original construcción romana, junto a las alcantarillas de la calle Cervantes, de la misma época, y el llamado Puente Viejo o Puente Romano, (Ponte Vello) que es uno de los más antiguos y bellos en Europa que da acceso a la ciudad .
Fue el primer puente romano de la época de Augusto que en el siglo XII se reconstruyó dando el perfil actual con arco apuntado y que también sufrió remodelaciones a lo largo de los siglos. Y entre los puentes modernos sobresale el llamado Puente Milenio, inaugurado en el 2001,con pasarela peatonal que llega a elevarse a una altura 22 metros teniendo espléndidas vistas del Miño.
Otros que destacas son el Puente Nuevo que data de 1918, con seis arcos de piedra con un tramo metálico de arco parabólico; el Puente Novísimo que fue construído para aliviar el tráfico inaugurado en 1971 y conocido como do Ribeiriño o das Caldas y el Puente Loña que, según crónicas, data del siglo XII, aunque actualmente no queda nada de sus cimientos originales.
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